Doce pintores pontevedreses, por nacimiento o querencia, de la generación de los cincuenta, exponen en el café
06 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El Café Moderno es un referente del arte y la cultura pontevedresa. Por sus tertulias pasaron grandes intelectuales del galleguismo histórico, como Castelao, Cabanillas o Bóveda y en sus paredes conserva obras de destacados artistas gallegos como Monteserín, Pintos Fonseca, Carlos Sobrino o Laxeiro. Hoy, el emblemático edificio de Afundación vuelve a abrir sus puertas para homenajear a Pontevedra y sus artistas con la segunda edición de la exposición Unha mirada, dous tempos. Pintores de Pontevedra II. La primera se celebró hace ahora un año para conmemorar el centenario de los murales de Sobrino que alberga en sus salas y entonces ya se dejó entrever, como ahora, que tendría continuidad. Si entonces fueron doce los elegidos para resaltar una de las etapas más fructíferas del arte en la ciudad del Lérez, nacidos entre los años veinte y cuarenta, coincidiendo con el apogeo cultural del Moderno, en esta ocasión los que exponen son otros doce pintores pontevedreses por nacimiento o querencia, de la generación de los años cincuenta, que conocieron el café ya en decadencia y convertido en leyenda.
Los protagonistas
Olga Martínez, Miguel Pereira, Carmen Domínguez, Antón Sobral, Celso Varela, José Freixanes, Xavier Magalhães, Dolores Gálvez, Teresa Brutcher, Rosa Úbeda, Lola Solla y Manuel Dimas conforman el elenco de creadores de esta exposición comisariada por Ramón Rozas, que se puede visitar desde ayer en el Café Moderno. Afundación y el Concello de Pontevedra colaboran en esta propuesta cultural, que busca poner de relieve la importancia de Pontevedra como ciudad cultural en todos los niveles. Según explicaron el comisario de la muestra y la responsable de Artes Plásticas de la entidad promotora, Paloma Vela, tres aspectos fundamentales destacan en la muestra Unha mirada, dous tempos: el coprotagonismo activo de las mujeres en el ámbito artístico, la creación de la Facultad de Belas Artes, en la que algunos de estos pintores y pintoras teorizaron y consolidaron su trabajo, y la constante presencia del Café Moderno como espacio creativo.
Distintas etapas
La exposición mantiene el esquema de la primera edición, resumiendo, en un complejo reto, la trayectoria de cada uno de los doce pintores en solo dos obras de sus distintas etapas, con una distancia cronológica de entre diez y veinte años. En la pareja de cuadros de cada autor se puede contemplar el arte esencial y lírico de Miguel Pereira o Lola Solla, las reflexiones sobre el ser humano de Olga Martínez, Rosa Úbeda, Celso Varela o Freixanes, las también reflexiones sobre el entorno y la naturaleza de Dolores Gálvez, Sobral o Carmen Domínguez, y las visiones más lúdicas y hedonistas del arte en el caso de Magalhães o Dimas. La exposición cuenta con un completo catálogo en el se refleja la importancia de una ciudad siempre abierta a nuevas tendencias artísticas. Además Afundación pone a disposición de los escolares un programa educativo en torno a esta muestra.