El BNG renuncia a mítines y a la pegada, el PP busca la cercanía con los votantes y el PSOE ofrece un nuevo contrato ciudadano
03 may 2015 . Actualizado a las 05:10 h.Los partidos políticos ultiman su maquinaria para una campaña electoral que arranca oficialmente, aunque no lo parezca, en seis días. Las formaciones con representación en la actual corporación municipal de Pontevedra -BNG, PP y PSOE- intentan desmarcarse de sus adversarios. Al margen de los ya convencidos, tienen por delante veinte días para conseguir atraer a indecisos y abstencionistas, tarea nada fácil en un horizonte, el del 24-M, al que también concurren otras cinco formaciones: Marea Pontevedra, Todos por Pontevedra, UPyD, Ciudadanos y Compromiso por Galicia. La eterna precampaña se despide el jueves por la noche para dar la bienvenida a una campaña que todos prometen que no tendrá nada de convencional.
El BNG, por ejemplo, anunció ayer que renuncia, al menos en parte, a dos de los grandes emblemas de las campañas electorales desde 1977: la pegada de carteles y los mítines a diestro y siniestro. Carme da Silva y César Mosquera (números 4 y 6, respectivamente, de la candidatura), aseguraron ayer que la campaña nacionalista será «alternativa, igual que o é o noso proxecto». Será poco convencional «incluso na estética», advirtieron. El primer ejemplo será la pegada de carteles, el acto con el que tradicionalmente arrancan las campañas. «En lugar da pegada triste e rutinaria -anunció Mosquera-, o BNG celebrará un acto político-festivo-reivindicativo na praza da Peregrina». Será también en la noche del jueves, a partir de las diez de la noche y contará con la participación de los cabezas de lista del BNG por los 10 municipios de la comarca, así como actuaciones musicales. Ese acto se extenderá hasta la medianoche, cuando da inicio oficialmente la campaña. Pero sin pegada de carteles.
En cuanto a los mítines, el BNG solo prevé la celebración de dos: uno en Monte Porreiro el viernes 8 y otro el día 15, que será el acto central de la campaña nacionalista en Pontevedra. Y de cara al cierre, habrá también una fiesta.
Moreira propone una biblioteca
Por su parte el PP, que hace semanas también anunció que su campaña será «muy diferente» a lo habitual y que habrá actos «novedosos», sigue manteniendo un acto nivel de actividad en estos días previos. El candidato, Jacobo Moreira, participó ayer en un acto promovido por Novas Xeracións que tenía por objeto pulsar el sentir de los jóvenes pontevedreses de cara al 24-M.
Moreira aprovechó su participación para lanzar una promesa: la de crear la primera biblioteca municipal de Pontevedra. Subrayó que la actual instalación, que no es del Concello, sino del Estado, no cubre la demanda existente por lo que el PP se compromete a crear una. El candidato incluso adelanta ubicación: el edificio que actualmente ocupan los sindicatos, junto a la plaza de A Ferrería. Para ello, subrayó Moreira, será necesario previamente llegar a un acuerdo con la centrales sindicales «para negociar una permuta del edificio por unja nueva instalación más moderna y funcional».
En el mismo, acto con Novas Xeracións, el candidato del PP formuló algunas iniciativas relacionadas con el empleo juvenil: como la creación de talleres de empleo dirigidos a los jóvenes, la creación de ayudas para fomentar la contratación indefinida o la creación de un programa de becas en el extranjero para titulados.
Manifiesto socialista
Los socialistas, por su parte, han optado por un manifiesto electoral en el que su candidato Agustín (Tino) Fernández ofrece a los pontevedreses «un novo contrato cidadán» para el que contará, dice, con el mayor número posible de personas, colectivos, profesionales y agentes sociales. El cabeza de lista, acompañado por Paloma Castro (número 2), Roxelio Pérez (9) y Víctor Pedreira (15), se desplazó ayer al Hospital Provincial para reclamar a la Xunta que retome el proyecto del hospital único en Montecelo. El PSOE apuesta por transformar el Provincial en un gran centro de consultas externas de todas las especialidades y en un hospital de crónicos. Esa redefinición conllevaría la transformación de la Casa do Mar en un ambulatorio.
Los socialistas aprovecharon para denunciar la situación de la caseta de donación de sangre y plaquetas del Centro de Transfusión de Galicia situada en el exterior del Provincial. Una sede, que lleva un año esperando la licencia del Concello para ser sustituida por otra, y que definieron como una «caseta de obra totalmente inadecuada e sen climatizar».