Un informe avala la idoneidad de A Canicouva para el compost

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Los terrenos ocupan diez hectáreas (marcadas con un recuadro rojo) en el lugar de Ramalloso.
Los terrenos ocupan diez hectáreas (marcadas con un recuadro rojo) en el lugar de Ramalloso. rAMÓN LEIRO< / span>

La planta no afectaría a acuíferos subterráneos, ni a regatos ni al suelo

05 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Antes de cerrar el acuerdo con el Concello de Pontevedra para ceder diez hectáreas de monte con el fin de construir una planta de compost, los comuneros de A Canicouva han querido cerciorarse de las posibles afecciones que podría tener esta instalación. Por ello encargaron un informe técnico que ha sido incorporado a la documentación remitida al Concello para cerrar el acuerdo mediante la firma de un contrato, un hecho que podría producirse en las próximas semanas.

El informe, que tiene fecha de febrero y está firmado por un técnico inscrito en los colegios de Ingenieros Agrónomos y de Ingenieros Técnicos Industriales, subraya que «os terreos son idóneos» para la ubicación de la planta de compost y aporta razones para llegar a esta conclusión. Una de ellas es la «inexistencia de acuíferos subterráneos importantes», sin menoscabo de que la planta irá «sobre unha soleira de formigón con recollida dos líquidos do proceso, para depósito e posterior reciclado».

También se indica que en la zona solo se registran «regatos de augas de escorrentía en períodos de maior precipitación» y que en cualquier caso el citado sistema de recogida de lixiviados «asegura a nula afección sobre as augas superficiais».

Otro punto analizado en el informe técnico son las posibles afecciones al suelo. A este respecto se concluye que el subsuelo de la zona estudiada es «de material impermeable (granito) e ademais se impermeabilizan as zonas edificadas do complexo con soleira de formigón».

Otro detalle que subraya el informe es que los terrenos se encuentran «afastados de núcleos habitados» y que la «dirección principal dos ventos dominantes é favorable». Se pone de manifiesto igualmente que la planta tendría «reducido impacto visual» tanto «pola configuración topográfica dos terreos» como por los trabajos de mantenimiento forestal previstos en el entorno de las edificaciones. Y tampoco se aprecia en el entorno la existencia de restos arqueológicos catalogados.

Evaluación ambiental

En cuanto a la viabilidad administrativa, la construcción de una planta de compost se ajusta a los usos previstos en la legislación gallega para suelo rústico, si bien el proyecto tendría que someterse al trámite autonómico de evaluación del impacto ambiental.

Por otro lado, el informe técnico detalla que la planta prevista por el Concello de Pontevedra constará de tres áreas. Una zona edificada con «nave de mesturas e compotúneis, nave co tromel xiratorio, as cintas de selección manual de inertes, a zona de cribado final, nave de maduración e oficinas e demais servizos». Esta zona urbanizada ocupará una hectárea. Luego habrá «instalacións de transferencia», sin especificar su superficie, y una tercera zona «de parque forestal» que ocupará nueve hectáreas.

Por último, el informe estima que los terrenos tienen un valor de 746.000 euros, y propone un alquiler de 37.300 euros anuales. El Concello pagará 20.000, más un canon variable en función del número de toneladas que se traten en la planta. Concretamente, 0,40 euros por tonelada.

El PSOE insiste en que se opondrá a que se destruyan diez hectáreas de monte comunal

Ningún informe técnico hará variar la postura que viene manteniendo el PSOE local desde que hizo pública la intención de construir una planta de compost: su candidato a la alcaldía, Agustín Fernández, reiteró ayer su frontal rechazo «a que se destrúan dez hectáreas de monte comunal para unha planta de tratamento de lixo». El PSOE pide reflexionar sobre las alternativas a Sogama, y si estas pasan por una planta de compost, «tense que ir a un polígono industrial».

El socialista no se fía del último movimiento del BNG, cuando el concejal de Infraestructuras, César Mosquera, anunció que tras el desmarque del PP en la Diputación que «o horizonte máis probable é que a planta arrancará dando servizo unicamente a Pontevedra». Para Fernández, el enfriamiento del PP responde a «unha estratexia» y vaticinó que «despois das eleccións, PP e BNG volverán pactar».

Agustín Fernández afirmó que, según la Xunta, una planta para tratar 15.000 toneladas al año costará unos 12 millones de euros, y cuestiona que el Concello vaya a asumirla en solitario. Como ejemplo, recordó que el presupuesto de inversiones para este año es de 10,4 millones.

Por último, consideró que si el BNG lleva en su programa la construcción de la planta de compost (como anunció Mosquera el miércoles), «vai ser moi difícil chegar a un entendemento con eles» de cara a reeditar un pacto de gobierno tras el 24-M.