Las empleadas de limpieza de Defensa recuperan su trabajo y sus sueldos

Las cuarenta empleadas que llevan desempeñando las labores de limpieza de las distintas instalaciones que el Ministerio de Defensa posee en Pontevedra están regresando poco a poco a sus puestos de trabajo. Tras una semana de incertidumbre entre la finalización del contrato de la anterior concesionaria y la toma de posesión efectiva de la nueva, finalmente esta ha ido llamando a cada una de las trabajadoras en función del centro en el que desarrollan sus funciones (la Escuela Naval Militar, la base de la Brilat, las piscinas militares y la sede de la Subdegelación del Gobierno, entre otros). El objetivo: subrogar sus contratos.

Se acaban así también, previsiblemente, varios meses de trabajo no remunerado. La entrada en concurso de acreedores de la concesionaria anterior, Cleanet, el pasado 2 de febrero, no hacía si no confirmar la difícil situación económica que atravesaba, que se traducía en un impago de las nóminas permanente desde el pasado mes de octubre. Acumulaba, de esta forma, casi seis nóminas atrasadas.

La firma entrante, a la que el departamento del Estado adjudicó de forma temporal -por un plazo de un año- el servicio ante el complejo panorama que se le presentaba, no arrastra esta clase de problemas.

Al menos, de momento. Clece es una empresa que pertenece al grupo ACS y que cuenta con 65.000 empleados repartidos en siete divisiones territoriales. Para lograr la adjudicación han tenido que demostrar, además, su viabilidad económica ante el Ministerio de Defensa. Y que subrogar los cuarenta contratos de las empleadas.

El plazo transcurrido entre la marcha de Cleanet y la entrada de Clece lo pasaron las trabajadoras en casa, tras notificarles la primera que hasta nueva orden debían tomarse las vacaciones que les quedaban y un permiso indefinido remunerado.

---

---

---