Adán y Diego abandonan el filial granate, que sigue colista

La Voz

PONTEVEDRA CIUDAD

22 mar 2015 . Actualizado a las 10:03 h.

La situación del Pontevedra B este año es compleja. Un equipo recién armado comenzaba el curso con la intención de seguir formando a jugadores de la cantera e intentar no pasar demasiados apuros clasificatorios.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Meses después de que comenzasen a pasar hojas en el calendario de la liga, el equipo se encuentra como farolillo rojo destacado de la tabla con 13 puntos en 28 jornadas (3 victorias, 4 empates y 21 derrotas), siendo el cuadro más goleado (62 tantos encajados) y el tercero menos goleador (28).

Por si esto no fuese poco, el vestuario ha ido sufriendo diferentes salidas en lo que va de curso. Desde el banquillo, en el que comenzó la temporada el cambadés, Blas Charlín, hasta los jugadores. Los dos últimos que abandonan el club son Adán, que deja el equipo por motivos laborales y Diego, que hace lo propio para quedarse en O Grove.

El equipo todavía tiene posibilidades matemáticas de salvar la categoría y últimamente ha mejorado en su juego, aunque la empresa sigue siendo difícil y es el primer gran candidato para descender a final de temporada.