«Es una ciudad tranquila, buena para criar niños e ir caminando al trabajo»
PONTEVEDRA CIUDAD
Lejos de su Zaragoza natal, Jesús Sánchez Nebra no es un desconocido para los pontevedreses, ya que muchos de sus vecinos han pasado por su consulta a lo largo de muchos años. Este médico llegó a la ciudad en 1982, cuando realizó sus estudios de la especialidad para el MIR en la capital del Lérez. Esta es una urbe acogedora, donde hay numerosos vecinos procedentes de otras partes de Galicia y de España. Algunos de estos colectivos, como los aragoneses, están organizados en una asociación y se reúnen siempre que pueden.
La vida en esta comarca le encantó. Al acabar sus estudios aprobó una oposición y logró plaza en propiedad en León, pero cambió de planes. «Volví a opositar para tener una plaza en Pontevedra», recuerda. Y desde entonces su residencia permanente ha estado aquí. Su mujer, Concha Perna, también apoya esta decisión. «Estamos muy integrados, Pontevedra es un entorno que siempre nos gustó, la ciudad, las playas», afirma.
«Pontevedra es una ciudad tranquila, buena para vivir, está bien para criar niños y yo voy a trabajar caminando porque no hay tráfico. Es lo que más me gusta de aquí, que tienes una buena calidad de vida», recalca el facultativo.
Con la experiencia que le ha dado el tiempo, ha visto cambiar su ciudad de adopción a lo largo de los años. Sánchez Nebra considera que esta transformación ha sido para mejor. «Los cambios que ha habido yo los veo bien. Creo que Pontevedra es de las ciudades que más ha cambiado», incide.
Si una pega le puede poner a la comarca está en la dificultad para encontrar trabajo en algunos sectores. Ninguno de sus tres hijos reside en la capital del Lérez, precisamente por esta razón, aunque a sus padres les encantaría tenerlos cerca.
jesús sánchez nebra médico afincado en pontevedra