De Melendi a un foro sobre juventud y violencia de género

carmen garcía de burgos PONTEVEDRA / LA VOZW

PONTEVEDRA CIUDAD

Cinco alumnas y un alumno de cuarto de la ESO constituyeron ayer el Consello da Muller Nova de Pontevedra

05 mar 2015 . Actualizado a las 12:41 h.

Tras la mesa, una joven castaña con el pelo muy largo y una camiseta de Metallica se presenta: «Imos dar paso á constitución do Consello da Muller Nova. O meu nome é Natalia Suárez e preséntome como candidata a presidenta». A continuación, Judith Ortigueira, morena, sentada a su lado, con coleta y camiseta negra estampada también, se postula como secretaria. A su alrededor otras tres adolescentes femeninas -Noelia Fraga, Julia Parra y Blanca Expósito- y uno masculino, David Escribano, van respetando su turno de palabra.

Se sientan en la mesa que hay instalada sobre el escenario del Teatro Principal una vez se despeja del coro Fiuncho, integrado únicamente por alumnas del IES Luís Seoane de Monteporreiro. Allí, trece voces acompañadas por dos guitarras (primero ambas clásicas y, más tarde, una eléctrica y una española) interpretan una versión cálida de El patio de mi recreo, la popular canción de Antonio Vega.

Metralla y chocolate

Después, el escenario se queda medio vacío y dos de sus miembros permanecen al micrófono junto con una de las guitarristas. «Que la metralla se convierta en chocolate, para comerla o fumarla, qué mas da», reza Cuestión de prioridades, el tema de Melendi elegido por la agrupación. Cierra el repertorio una adaptación de No woman, no cry, uno de los grandes éxitos de Bob Marley. Solo que esta vez, en realidad, dice «non, non chores máis».

Las jóvenes artistas se bajan, y en cuestión de segundos la sala de butacas se convierte en un foro de discusión sobre temas tan graves como actuales. La desigualdad salarial es el primero.

Comienzan aportando datos recientes, como que una mujer necesita trabajar 79 días más al año para ganar tanto como un hombre. O que, en general, perciben un 24 % menos de salario que estos. Se aborda de una forma unánime: «É incríble en pleno século XXI siga habendo tanta desigualdade», se queja Judith. Poco antes el órgano recién creado discute un tema fundamental: «Vale que as mulleres teñan que ter máis baixas de maternidade porque teñen que coidar os seus fillos, pero é algo natural», asegura una joven. «Non é só responsabilidade das mulleres, é dos dous, e tamén os homes deberían ter baixa. Os dous», apuntan.

Miedo a las amenazas

«Esto é algo que nos toca máis de cerca», anuncia Natalia sobre el siguiente punto del orden día: juventud y violencia de género. «A culpa tamén é das mulleres, porque se son agredidas e non o denuncian non é só culpa deles», dice una vocal. Rápidamente, sus compañeros se lanzan a matizar: «Non estou de acordo, porque hai moitas mulleres que non denuncian por medo ás ameazas que lle fan os seus homes. Co que tardan en resolver as denuncias, a eles dálles tempo a facerlles o que sexa. A Xustiza é unha merda», lamentan.

Y dejan para el final el arduo debate sobre la religión y qué necesitan las jóvenes de hoy: igualdad y educación.