El primer furancho que abrirá «con todas las de la ley» en Pontevedra será O furancho de Fina, en Tomeza, que comenzará a atender a sus clientes el primer día de la temporada, el próximo sábado 1 de marzo.
-Empieza la temporada y abren ustedes desde el primer día.
-Sí. Nosotros abrimos el día 1 en Valadiña, Tomeza. Estamos preparándolo todo, que con la nueva normativa es un poco más complicado.
-¿Cuánto tiempo lleva funcionando este furancho?
-Este va a ser el tercer año.
-¿Cómo ve la ordenanza municipal?
-Creo que es positivo poner orden en el sector. Muy positivo. Eso sí, siempre que hagan la ley para todos igual, porque ha habido furanchos en Pontevedra que ya estuvieron abiertos a principios de año sin permisos, sin haberse regido por nada y sin haber arreglado ningún papel como hicimos otros. Hay quien ya vendió todo su vino.
-¿Qué han tenido que hacer este año para abrir que no hicieran en otras ocasiones?
-El Ayuntamiento nos exigió un montón de cosas. Proyectos, seguros, prevención de incendios, extintores, salida de gases... Ya casi parecemos un bar más que un furancho. Gastamos bastante dinero para poder abrir este año porque tuvimos que hacer un nuevo proyecto. El primer plano que presentamos no nos sirvió y tuvimos que presentar otro ampliado.
-¿Qué dimensiones tiene su local?
-Tiene unos 70 metros cuadrados, y el aforo que se nos permite es para 50 personas.
-¿Estarán abiertos los tres meses que permite la ordenanza municipal o no completarán todo el tiempo?
-Nosotros tenemos unos mil litros de vino para vender y estaremos abiertos mientras nos dure el vino, claro. Es decir, que dependerá de los clientes. Si vendemos todo, cerramos. Pero como solo llevamos tres años, aun no somos muy conocidos.
-¿Qué tipo de vino es el que ofrecen ustedes?
-El vino nuestro no es como el de la mayoría. Lo producimos todo en la misma huerta que tenemos el furancho y es uva mencía y merlot. No es catalán ni tipo país. Lo servimos en cristal y se parece, aunque sin tanta acidez, al tinta femia.