El capitán del Pontevedra, Sergio Castaño, sorprendió ayer al desvelar en los micrófonos de Radio Voz que no volverá a jugar esta temporada por decisión de la directiva. «Mi expulsión es la menos importante, porque me quedaba un partido para renovar y el presidente dijo que no jugara más», explicó el jugador al ser preguntado acerca de la repercusión de las bajas por sanción (cinco en total, incluida la suya propia) de cara al próximo encuentro liguero.
Castaño añadió al respecto que «casi no iba a viajar (a Madrid), pero pensaba que tenía que estar con el equipo en estos momentos complicados».
El futbolista de Dos Hermanas (Sevilla) se mostró visiblemente contrariado por las formas del club a la hora de comunicarle su decisión de prescindir de su participación para que no pudiese hacer efectivo su derecho a la renovación por partidos jugados. «No entiendo que, cuando quedaban cinco partidos, me dejen sin jugar por una cláusula que se podía quitar en un momento, pero no siempre cediendo yo», señaló Castaño, quien aseguró que estaba dispuesto a renegociar este punto, «pero uno no puede tolerar la cantidad de cosas que pasan».
El capitán granate no dudó en decir que «uno se acaba cansando y al final tiene que pensar en su familia, que es lo más importante». Castaño se mostró consciente de que «si un equipo no te quiere, te puede hacer esto», pero señaló que «venía jugando habitualmente y de este modo perdemos un hombre, aunque no sea muy importante».
Sergio Castaño se ha mostrado esta temporada como uno de los jugadores más versátiles de la plantilla actuando en tres posiciones diferentes: central, lateral derecho y medio centro.