El Concello de Ponteceso prepara un homenaje y un premio dedicado al ex párroco Cándido Rodríguez
PONTEVEDRA CIUDAD
El Concello de Ponteceso anunció ayer que, el próximo día 6 de junio, rendirá un homenaje a Cándido Rodríguez Campaña, el que fuera párroco de Cores. «A homenaxe é un feito de xustiza co que foi un dos principais valedores do patrimonio histórico do Concello e loitador social pola súa parroquia, onde exerceu o seu labor dende 1961 a 1999», señaló ayer el Concello en un comunicado.
El homenaje será doble. Por una parte, con la organización de diversas actividades culturais, musicales y religiosas en torno a su figura, buscando la participación de los vecinos y de representantes de la cultura y la lucha por el patrimonio. Por otra, el Concello creará un galardón anual con el nombre de Cándido Rodríguez Campaña, que servirá para recoger las iniciativas realizadas a favor del patrimonio material e inmaterial del municipio, y que se convocará cada mes de abril.
Cándido Rodríguez Campaña nació en la parroquia de Cordeiro (Valga-Pontevedra) el 6 de diciembre de 1913, y falleció en Santiago el 9 de agosto de 1999.
Su primer destino como sacerdote, en 1942, fue Corme, y después lo destinaron a Santa María de Mira, en Zas, hasta 1961. A San Martiño de Cores y a Nemeño llegaría ese año. Fue también arcipreste de Seaia y también se hizo cargo de las parroquias de Niñóns y Brantuas.
Los vecinos lo recuerdan por su carácter sincero, afable y trabajador, pero sobre todo por su labor en pro de la recuperación del patrimonio arqueológio e histórico de Cores, muy abundante e interesante, cuyas muestras se pueden ver hoy en día en la iglesia gracias a su encomio. Por ejemplo, una pila bautismal de granito la encontró de bebedero en una cuadra. Este elemento, como otros, tuvo que ser restaurado.
Por su labor, fue galardonado con el Premio Pedra do Destino en el 2001, concedido por la Asociación do Museo Arqueolóxico da Coruña, y por el Bergantiñán do Ano, a título póstumo, en el mismo año. Dos antes, en agosto del 2000, fue inaugurado un busto en su honor en el atrio de la iglesia de Cores, junto a una placa conmemorativa en la que se agrecedían sus desvelos.