El segundo coche de Pontevedra es vigués

Gerardo González Martín

PONTEVEDRA CIUDAD

Matriculado en 1903 aún acude a concentraciones de antiguos

09 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

No circula por carreteras abiertas, emparejado con los vehículos de hoy, pero en diversas concentraciones de coches antiguos se puede disfrutar de la visión del PO 2, un minúculo turismo jardinera, de marca Renault, matriculado en 1903. Con frecuencia descansa en una finca próxima a Pontevedra. Es propiedad pro in diviso de los Pazó Olmedo, nietos de José Pazó Montes, esxcelente mecánico a quien se lo regaló un hijo de Elduayen, el titular de la más espectacular estatua que adorna las calles viguesas.

Tuve oportunidad de admirar una vez más el vehículo en la finca de Chancelas, en la que uno de los Pazó Olmedo, Manuel, guarda los triciclos y velocípedos de su propiedad que tienen la misma procedencia, es decir su abuelo, y que pudimos incorporar a la exposición «120 anos de ciclismo galego», organizada por Merlín, del grupo Galaxia, y de la que tuve el honor de ser comisario.

El viejo Pazó era del Calvario y había trabajado en la fundición de Sanjurjo, al que en más de una ocasión hemos comentado llamaban «el habilidades», como a su padre. También debía ser hábil este Pazó. que entre otras lindezas de la mecánica construyó un viejo triciciclo, allá por 1890-1895, y luego restuaró varios más. Algún día habrá que rescatar con más profundidad la figura de este personaje que, posteriormente, se estalbleció en Pontevedra con los Talleres Pazó, de los más prestigiosos en el gremio.

Venta

Antes de entrar en otros datos sobre el automóvil que nos ocupa, una observación curiosa sobre la relación entre los ciclistas y los propietarios de los primeros coches... que en diversas ocasiones fueron los mismos. Así, el primer automóvil de lo que podríamos calificar de prehistoria del automóvil en A Coruña, cuando todavía ni siquiera existía el registro de matrículas, fue del doctor Durán, propietario del primer velocípedo documentado en Galicia, naturalmente mucho antes, en 1878. En Vigo el adquirente del primer coche sin matrícula fue el padre de José y Julio Curbera Fernández, que además de figurar en el selecto pelotón de los ciclistas iniciales, fueron también quienes matricularon el PO 2, al que venimos aludiendo.

Este coche fue dado de alta el 31 de octubre de 1903, poco más de dos meses más tarde de que se registrara el Decauville que fue PO 1. El Renault tenía 2 cilindros, 10 HP y 4 asientos y funcionaba a gasolina, siendo sus titulares José y Julio Curbera Fernández.

Según el ingeniero que examinó el automóvil, sus ruedas eran de radios y las llantas de madera con neumáticos y protectores o cubiertas de caucho. La suspensión se consideraba la usual, por medio de resortes formados por ballestas múltiples de acero, que sostenían el chasis o cuadro del coche, donde van los asientos. El motor, de bencina, de cilindros verticales, con circulación de agua por termosifón para los condensadores de aletas. La inflamación de la mezcla explosiva, siempre el mismo técnico, que era el ingeniero industrial José Barreras Massó, como en otros muchos de los primeros automóviles, se obtenía por medio de chispa eléctrica producida por medio de pilas y dos bobinas de inducción.

Podían conseguirse con el minúsculo vehículo tres velocidades distintas en la marcha adelante y una hacia atrás. Disponía de dos frenos, uno sobre el diferencial, accionado por un pedal que al propio tiempo era embrague, y el otro movido por una palanca que actuaba sobre los tambores de las ruedas posteriores.

El caso es que pocos años después de matricular el vehículo, los Curbera se lo vendieron a la viuda de Elduayen, para acudir a Tortoreos y otras propiedades. Aquella mujer cedió el coche a su hijo, Angel Elduayen, marino que fue diputado, aunque valía mucho menos que su padre. Al cabo del tiempo, Elduayen obsequió el automóvil a Pazó Montes, parece que considerando su condición de excelente mecánico. Y en el seno de esta familia pontevedresa ha sido donde se ha conservado desde tan lejanos tiempos el singular PO 2 de marca Renault.