El Racing reconquista su grandeza

PONTEVEDRA CIUDAD

Manuel Lorenzo

El equipo verde vuelve a Segunda tras resistir un asedio intensísimo del Alicante. Capi marcó el gol de los levantinos y los ferrolanos mejoraron tras el descanso

23 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

Si la grandeza de un club se mide en su capacidad para saber levantarse tras recibir un golpe, el Racing es inmenso. Por segunda vez seguida, recupera su plaza en Segunda en solo un año, en tiempo récord. El ascenso logrado ayer en el José Rico Pérez premia la trayectoria ascendente de un conjunto que tuvo que remar mucho para recuperar puntos y sufrir en las salidas del play off. Tanto en Linarejos como en Alicante, porque en todo el encuentro de ayer no hubo un momento de tregua. Al final, el triunfo de A Malata por 2-0 valió el éxito pese a la derrota por la mínima de ayer. El Racing sufrió desde el primer minuto en el Rico Pérez. Sin vocación ofensiva, se centró demasiado en defender. Y lo pasó muy mal por el talento del equipo levantino. Los primeros avisos del Alicante se quedaron en sustos porque el árbitro, Hernández Hernández, anuló dos goles ilegales. El primero llegó en un cabezazo de Germán después de un centro que Queco Piña no pudo despejar porque le derribó un rival dentro del área pequeña. El segundo se produjo en fuera de juego, cuando Borja conectó un tiro espectacular. Entre ambos goles anulados, Carmena y Piña corrigieron un despiste de Repi ante Jose, quizá el jugador más peligroso del Alicante en el primer tiempo. ¡Sólo habían pasado ocho minutos! Pero el Racing había tenido más trabajo que en todo el encuentro de ida. El equipo ferrolano se sacudió algo el peligro del Alicante y disfrutó de su único tiro por dentro de todo el primer tiempo, gracias a una falta lanzada por Jonathan Martín que paró Unanua. Pero los cambios de orientación y la velocidad del Alicante le seguían creando muchos problemas. Aunque la consigna inicial era conseguir un gol que matase el partido, el Racing bajaba una marcha cada vez que cruzaba el centro del campo. Pensaba más en conservar el balón que en la portería del Alicante. Y así no creó peligro. En estas llegó el gol de Capi, después de un control espectacular dentro del área. El tanto encendió aún más al Alicante y a la grada. El ex jugador del Pontevedra tuvo otra ocasión parecida, pero no tanta sutileza en su remate, y perdonó el segundo. Hubo más sustos. Pero Borja remató mal tras romper la línea del fuera de juego del Racing ya al filo del descanso. El Racing mejoró algo en el segundo tiempo, pero siguió viendo llegar al rival a oleadas. Hasta Borja estampó un balón en el palo. Carmena y Queco Piña fueron los pilares en los que se apoyó la resistencia. Carril tuvo la mejor ocasión del equipo ferrolano al coger un balón suelto que paró Unanua. Para buscar soluciones, Juan Veiga rebuscó en su banquillo. Primero con Prohorenkovs, y después formando una defensa de cinco futbolistas con Piñeiro. Para mantener el balón, eligió después a Pereiro, con Keita como central cuando Repi ya se había ido. El asunto funcionó. Con agonía, pero funcionó. Y el Racing recuperó en un campo ilustre su plaza en la Segunda A.