Una casa en ruinas atemoriza a la familia que vive al lado

Daniel Gayoso BOAL

PONTEVEDRA CIUDAD

D. GAYOSO

En Directo | El clamor de una madre con dos hijos El inmueble se desmorona, pero el Concejo de Boal asegura que no puede actuar porque no encuentra a los herederos de la propiedad, que podrían residir en algún país americano

13 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

La situación de Eva María Caramés ha ido empeorando desde que su familia se instaló en Boal, hace ya cinco años. Viven desde hace tres con la inseguridad que les provoca una casa contigua a la suya, que se encuentra en ruinas y desplomándose poco a poco. De poco han servido, asegura, los repetidos intentos que ha hecho para que las autoridades municipales tomen cartas en el asunto. Y es que, según cuenta, se justifican escudándose en que no encuentran a los dueños de la casa, una herencia que creen pertenece ahora a personas que podrían estar residiendo en algún país del continente americano. Tanto temor tienen de que la vivienda contigua acabe derrumbándose sobre la suya, que Eva María Caramés no ha dudado en transmitir su preocupación a la opinión pública. Desde hace tres años el estado de la casa vecina ha ido empeorando, desprendiéndose partes de ella y representando una seria amenaza para las personas que pasen cerca de ella y para la vivienda contigua, que está solamente separada por un fino tabique. «Tengo miedo» Eva María lleva dos años pidiendo al ayuntamiento boalés que declare este edificio en ruinas para que puedan iniciarse las labores de demolición, pero de momento no ha recibido respuestas satisfactorias por parte de las autoridades locales. «Hemos ido al ayuntamiento muchas veces y el alcalde nos dice que están trabajando para arreglar la situación, pero de momento no vemos soluciones. Dicen que no encuentran a los herederos de la casa, que pueden estar en América, y por eso no logran hacer nada», afirma Eva María Caramés, nacida en Pontevedra. Además, en los últimos tiempos el interior de esa casa se ha ido llenando de ratas, lo que aumenta el temor ante posibles infecciones. En el interior de la vivienda en ruinas pueden aún observarse algunas paredes que continúan en pie, todo rodeado de diversos elementos del hogar, como armarios, cortinas o sillas. «Vivo con mis dos hijos y tengo miedo de que cualquier día pueda ocurrir una desgracia, por eso necesitamos urgentemente que el ayuntamiento nos ayude». Eva no esta sola en esta lucha. Vecinos que viven cerca de ella la apoyan y han pedido en reiteradas ocasiones al alcalde una solución para arreglar el problema.