Fernández retira la tasa a las granjas, acuciado por el sector

P.V. LALÍN

PONTEVEDRA CIUDAD

M.M.

La protesta de Unións Agrarias acabó en una reunión donde se logró un acuerdo aplaudido por los ganaderos El gobierno de Silleda dio ayer marcha atrás a su iniciativa de cobrar tasas a las granjas silledenses. Primero eran 14.000 pesetas. Luego 5.000, tras negociar con la agrupación de porcino (ADS). Ayer quedó todo en papel mojado. Unións Agrarias movilizó a casi un centenar de ganaderos de aves y cerdos en una jornada insólita para Silleda. Fernández entendió las razones del sector y retiró la tasa.

30 jul 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

El alcalde llevaba tres semanas soportando una presión creciente del sector contra una tasa que consideraban injusta e ilegal. Los argumentos eran claros: ni se podía considerar a las granjas como industria normal ni se les ofrecía servicio porque no generan residuos sólidos urbanos. Fernández soportó la crítica de la oposición municipal, tiene sobre la mesa un recurso del Sindicato Labrego y desatendió una solicitud de diálogo de Unións Agrarias presentada el 13 de este mes. Ayer se fue a Pontevedra a gestionar asuntos municipales. Los ganaderos salieron desde el restaurante O Coteliño con petardos de feria y silbatos. Parafernalia que llegó hasta el interior del Concello adornada con eslóganes: «Granxeiros somos, granxeiros, seremos», «Alcalde prepotente, fala coa xente», «Alcalde cobarde o sector está que arde» y «Manos arriba, esto es un atraco». No estaba cuando le pidieron !Que salga!. Ofició de parachoques el edil, José Luis Tejo. Por teléfono, el alcalde se comprometió a estar en el Concello a la una. Hubo una pausa en el griterío y una hora después hubo negociación. Fernández entró entre pitos y gritos. Se sentó con Román Santalla, Javier López, Xosé Castro y Antolín Conde. El acuerdo acabó con valentía. El propio alcalde pidió disculpas y anunció a los ganaderos que retiraba la tasa. Los pitos se tornaron aplausos.