El «amigo de todos» que encontró la muerte cuando volvía de trabajar

m.?h. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTE CALDELAS

Concello de Ponte Caldelas

El fallecido en el accidente de Alba era un conocido y querido vecino caldelano

15 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El del lunes fue un día soleado en la comarca de Pontevedra. No había ni una sola nube en el cielo. Sin embargo, poco antes de las cuatro de la tarde, se produjo una noticia capaz de nublar la jornada en Ponte Caldelas. Hasta allí llegó una noticia pésima, que fue tiñendo de gris el ambiente. En la carretera, en un accidente de tráfico ocurrido en Alba (Pontevedra), falleció un vecino de este municipio, un hombre llamado Fernando Lois Estévez, pero al que se le conocía como Fernando de Mirón por el lugar del que procedía. Tenía 40 años y era muchísimas cosas, desde el padre feliz de un hijo adolescente a un trabajador nato o un hombre con eterna sonrisa. Pero era aún más que eso: «Fernando era o amigo de todos», dicen de él en Ponte Caldelas sin terminar de entender que su vida terminase así, tan pronto, tan rápido.

Fernando, poco antes de las cuatro de la tarde del lunes, viajaba desde Vilagarcía a Ponte Caldelas por la carretera PO-531. No le era un trayecto desconocido. Lo hacía a diario desde hace años ya que vivía en Mirón (Ponte Caldelas) y trabajaba en Fundiciones Rey, una empresa vilagarciana.

Salió de la nave en la que trabajaba igual que siempre, sobre las tres de la tarde, ya que hacía jornada continua, y acompañado de un compañero, que viajaba de copiloto en el vehículo siniestrado y que resultó herido leve. «La verdad es que fue un día más y aquí le vimos como siempre, con su sonrisa. Fernando era una persona increíble, nunca te decía que no a nada, era muy bueno, y aquí estamos consternados. Salió de aquí con Andrés, con un compañero, y ya ves... al poco tiempo ocurrió esa desgracia. Es terrible», señala un portavoz de la empresa con la voz entrecortada.

Los heridos, fuera de peligro

Tenía que cubrir una distancia de unos 50 kilómetros. Pero, más o menos a mitad de camino, cuando estaba acercándose a Pontevedra, ocurrió el accidente. Fernando Lois pilotaba un vehículo que chocó contra otro. Tráfico apunta a que ese otro coche fue el responsable de la colisión. Fernando falleció en el acto, mientras que tanto su acompañante como los dos ocupantes del otro automóvil resultaron heridos. Todos están fuera de peligro y las personas que iban en el otro turismo ayer ya habían sido dadas de alta.

La noticia de la muerte de Fernando corrió rápido por Ponte Caldelas. Y los propios vecinos fueron tejiendo su historia. Sus compañeros de colegio, los que estudiaron con él en A Reigosa, le recuerdan como un niño siempre sonriente, siempre rodeado de amigos. Era también todo un ejemplo de superación. Porque, como muchos recuerdan, tuvo un problema de salud de pequeño y, sin embargo, eso no le privó de ser un niño y un joven bien feliz.

Era uno de los dos hijos (tenía una hermana) de unos conocidos vecinos de Ponte Caldelas. Su madre regentó una carnicería y su padre un taller de carpintería de aluminio. Se casó y tuvo un hijo, un rapaz que ahora ya es adolescente y que le llenaba de orgullo. Iba a diario a trabajar a Vilagarcía y, cuando regresaba, era de esas personas que hacían comunidad. Fernando resultaba todo un puntal para organizar las fiestas en Mirón. Y nunca fallaba cuando «facía falta axudar a alguén». Sus amigos le reconocen una habilidad especial para llevarse bien con personas de todas las edades. Muchos de ellos acudieron a despedirle al tanatorio, desde donde hoy, a las 11.30, la comitiva fúnebre partirá hasta la iglesia de Santa María de Tourón, donde tendrá lugar el funeral y posterior entierro.