De cómo la viuda de Ponte Caldelas le roba protagonismo al autor del crimen

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTE CALDELAS

CAPOTILLO

Pese a que la mujer no está acusada, ella centra buena parte del juicio; la magistrada trata de que no sea así

08 nov 2019 . Actualizado a las 10:56 h.

La Audiencia de Pontevedra dio cabida ayer al tercer día de juicio por el crimen de Ponte Caldelas. El único acusado es Marcos Vidal, un hombre que, tal y como él mismo confesó, mató a puñaladas en el 2015 a Manuel Rivas, que era el marido de Sandra, una persona con la que se supone que Marcos tenía o había tenido una relación sentimental -ella niega que fueran pareja, pero hay numerosas evidencias que apuntan a lo contrario-. El caso es que Sandra, la viuda de Manuel, no se sienta en el banquillo. La Justicia, aunque en un momento dado y por petición de la familia de la víctima la investigó, consideró que no había indicios suficientes contra ella y, por tanto, no está acusada de nada. Su única participación en el juicio, el primer día, fue en calidad de testigo. Pero da igual. Está siendo protagonista indiscutible de la vista, por encima del autor confeso del crimen. Su sombra, lo que hizo o dejó de hacer, lo que el acusado le dijo o cómo actuó en relación con ella, centran buena parte de las preguntas.

La magistrada debía sospechar que Sandra iba a ser protagonista del juicio desde el minuto cero. Por eso, antes de comenzar, se curó en salud y dijo: «Recuerden que se juzga a quien se juzga». No sirvió de mucho la advertencia. Pese a que la magistrada, en tono cordial pero firme, frena en seco a los abogados cuando se centran exclusivamente en la viuda, una y otra vez Sandra lo protagoniza todo. Incluso hubo testigos de parte que solo la conocían a ella, como una compañera de trabajo o su supervisor.

A lo largo de los dos primeros días de juicio fueron una constante las riñas de la jueza por las preguntas sobre Sandra. Ayer, en la tercera sesión, se habló más de Marcos, dado que testificaron los forenses. Aún así, hubo preguntas en la que también aparecía la viuda. Por ejemplo, se indagó sobre esa llamada que ella narró, desde el teléfono de Manuel, en la que ella dice que escuchó a su marido y víctima decir «no, Marcos no». También se le dio vueltas a la foto que Marcos le envió a ella con la imagen de su marido agonizando.

Sandra está en todo. No hay que olvidarse que en la sala está su propio abogado, ya que ella ejerce una acusación particular contra Marcos. Y también está el letrado de los que fueron sus suegros, que fueron los que pidieron que la investigasen a ella.

La víctima recibió más de veinte puñaladas y los forenses creen que tres de ellas fueron mortales

El tercer día de juicio contra Marcos Vidal por el crimen de Ponte Caldelas contó con el testimonio de los forenses que elaboraron el informe preliminar de la autopsia y también el definitivo. Fue duro escuchar cómo murió Manuel. Indicaron que recibió más de una veintena de puñaladas y que tres de ellas -dos en el pecho y una en la espalda- resultaron mortales. Dijeron también que falleció por un shock hipovolémico, es decir, desangrado por la hemorragia que sufrió.

Otra de las cosas de las que hablaron los forenses es de si la víctima pudo o no defenderse. Llegaron a la conclusión de que tenía mermada su capacidad para defenderse y de que lo único que debió poder hacer fue cubrirse para intentar que le causaran menos daños. Uno de los forenses apuntó a que incluso parece, por las heridas que tenía en las manos, que trató de coger la navaja por el filo para evitar que le siguieran acuchillando.

¿Habrá sorpresa?

Tras tres largas sesiones -los dos primeros días de mañana y tarde y ayer solo matinal- está previsto que hoy termine el juicio. Puede haber sorpresa final, ya que el abogado del acusado dijo que intentará convencer a su cliente para que hable, ya que él, como todos los que se sientan en el banquillo, tiene la última palabra. Cabe recordar que Marcos Vidal no contestó a preguntas de ningún letrado, ni siquiera del suyo. Solo confesó el crimen y pidió que se le castigue.