Pan en el monte donde solo había penas

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTE CALDELAS

Ramón Leiro

El centeno crece en sitios de Ponte Caldelas como Chaín, calcinado en los incendios del 15 de octubre

13 jun 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

Pisar Ponte Caldelas el día 16 de octubre era recorrer un municipio desolado. Parecía que había sufrido una guerra: el olor a quemado era insoportable, el paisaje calcinado se imponía por todas partes y familias como las de Harry, Elena y sus tres hijos habían pasado la noche en el pabellón, adonde habían llegado después de que el fuego les echara de casa. Fue difícil digerir todo aquello, fue complicado poner blanco sobre negro. Pero se logró que de esa pesadilla naciesen iniciativas bonitas. Quizás, lo mejor fue la solidaridad que generó el drama. Se reunió dinero y todo tipo de enseres para los afectados. Y hubo una legión de voluntarios dispuestos a trabajar en el monte. A las órdenes del Concello y de las comunidades de montes, echaron paja allí donde se necesitaba para intentar evitar riadas. En algunos lugares, y al amparo del trabajo de los voluntarios, se dio un paso más. ¿Qué se hizo? Se sembró centeno, que ahora ya brota fuerte y que, además de teñir de verde el paisaje, pone pan donde solo había penas. Ocurre así en lugares como A Insua o Chaín.

José Manuel Cal, presidente de los comuneros de Chaín, explica por qué eligieron el centeno para repoblar su monte: «Tiñamos que sementalo en pleno inverno para tratar de frear o arrastre de terra, así que buscabamos un cereal de inverno e eliximos o centeo», indica. Luego, cuenta que la elección tuvo una doble intencionalidad: además de frenar las posibles riadas, se buscó que lo que creciese, en este caso el centeno, pudiese dar de comer a animales del monte que con los incendios se habían quedado sin nada que llevarse a la boca. «Seguramente haxa coellos e corzos que se poidan alimentar co cereal, e iso halles valer a vida tendo en conta que os montes de Ponte Caldelas quedaron pelados, todos queimados», explica Cal. En su día compraron noventa kilos de grano para echarlo sobre la tierra. Pero les pasó algo curioso: «Chegou a hora de botar o cereal e viñeron tantos voluntarios que non nos chegaba a nada o que tiñamos», cuenta el presidente. El Concello les cedió entonces varias decenas de kilos más y llegaron a sembrar unas cuatro hectáreas con el cereal. El Ayuntamiento también facilitó la llegada de este cereal a sitios como A Insua, Paradela u O Barbudo. Y desde A Insua también indicaban ayer que, al igual que en Chaín, el cereal ya pide paso en el monte.

 

La lástima es que la conjunción del invierno lluvioso con el terreno calcinado provocase que sí hubiese corrimiento de tierra en algunos puntos, donde ni el centeno logró pararla. En Chaín, por ejemplo, el centeno solamente logró hacerse fuerte en la parte más baja del monte, en sitios como Fontefría, que es donde ahora la plantación ya es muy evidente. El presidente de los comuneros bromea con que se podría llegar a hacer pan e indica: «Non é o noso obxectivo, claro que non, pero plantamos centeo autóctono e panificable, así que por poder igual ata se podería».

Los 31.000 euros de la discordia

También hacía referencia ayer a las plantaciones de centeno Andrés Díaz, el alcalde de Ponte Caldelas. Recuerda con impotencia lo ocurrido el 15 y el 16 de octubre. Pero también muestra la satisfacción por la respuesta fulminante del Concello que preside, que se puso a echar paja y a reforestar mientras otros municipios seguían a la espera de los planes de la Xunta. Por cierto, el mandatario caldelano no puede estar más contrariado con el importe que les ofrece la Administración autonómica como territorio afectado por los fuegos. Indicó que la Xunta les pretende aportar únicamente 31.000 euros y que sin embargo el Concello debió de gastar unos 200.000 euros. «Presentamos facturas por alrededor de 102.000 euros, porque arreglamos muchas traídas que, al ser vecinales, no podíamos computarlas como bienes municipales dañados, pero tampoco podíamos dejar de actuar porque dejaríamos a los vecinos sin agua. Aún así, de los 102.000 euros que justificamos nos aceptaron 62.000 mil, y nos dan la mitad porque consideran que el resto debe ponerlo la Diputación, algo totalmente sin sentido», dijo.

La intención es que el cereal evitase que corriese la tierra y diese sustento

a los animales

El Concello critica que la Xunta solo les conceda 31.000 euros para los daños de los fuegos