«Porcoriles», en busca y captura

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTE CALDELAS

Medio Ambiente recaba datos de cazadores para detectar a los híbridos de jabalí y cerdo vietnamita en la provincia

06 feb 2018 . Actualizado a las 10:59 h.

Feo, torpe y con una carne tan dura como la suela de un zapato, el porcoril, híbrido de cerdo vietnamita y jabalí, se oculta en los montes de la provincia de Pontevedra. Su mera existencia es una amenaza en potencia para la población autóctona de jabalí y la Consellería de Medio Ambiente, cazadores y comuneros quieren evitar que se convierta en una plaga. Después de la avispa velutina y del mapache, lo que le faltaba a la fauna de la provincia era la proliferación de unas criaturas tan feas que parecen sacadas de un fotograma de los ejércitos de orcos del Señor de los Anillos.

Se vieron algunos ejemplares en los montes de Ponte Caldelas hace dos años y también se han detectado en el Baixo Miño. Fue la señal de alarma y la Consellería de Medio Ambiente autorizó incluso batidas en los montes del ámbito de Tui, O Porriño y Salceda de Caselas, aunque sin que ningún cazador lograse marcarse tan espantosa pieza, digna por su aspecto de un museo del terror.

No obstante, el porcoril como se le conoce en Galicia -cerdolín en otras partes de España- es un riesgo tal que todos los sectores implicados quieren ponerle coto. En estos momentos, el departamento autonómico recaba informes de avistamientos a cargo de las sociedades de caza, o de los comuneros, para saber si hay indicios de que este peligro a la biodiversidad está a raya, o si hay que tomar medidas más contundentes.

Una vez que se reciban y examinen las comunicaciones de los cazadores, Medio Ambiente actuará en consecuencia, con la autorización de nuevas batidas u otros planes que se consideren oportunos. Aparte de Pontevedra, la consellería también tiene constancia de que se han detectado ejemplares en la provincia de Lugo, aunque no se logró abatir a ninguno el año pasado.

Por lo menos por ahora, sin embargo, la población de este híbrido parece bajo control en Pontevedra. El tiempo confirmará si esta impresión es acertada.