Voluntarios ya trataron con paja veinte hectáreas quemadas en Ponte Caldelas

Tratar con paja y materia vegetal triturada las zonas de monte quemado más próximas a los manantiales de las traídas de agua vecinales para mitigar la erosión por el arrastre de cenizas. Ese es el objetivo de los trabajos que ayer por la mañana se repitieron en el municipio de Ponte Caldelas, el más afectado en la comarca de Pontevedra por los incendios del 15 de octubre. El fuego calcinó 2.900 hectáreas.

En las labores de este sábado, que se suman a las del 28 de octubre, participaron un grupo de 60 voluntarios. El operativo organizado por el Concello se centró en distintos lugares de los núcleos de Chaín, Regodobargo, Parada y Taboadelo. Durante la mañana se logró repartir las cerca de 7 toneladas de material que habían quedado pendientes la semana pasada. Cabe recordar que el Ayuntamiento había adquirido 30 toneladas de paja a un suministrador de Castilla y disponía de unas 10 toneladas de estructurante vegetal.

Entre los asistentes de ayer hubo un grupo de seis personas extranjeras procedentes de Alemania, República Checa, Inglaterra, Dinamarca y Polonia. Además de vecinos también esparcieron paja el alcalde, Andrés Díaz (PSOE), y otros concejales del gobierno tripartito. El supermercado A Ermida, de Pontevedra, donó bocadillos, fruta y bebidas.

Desde el Concello afirmaron que con esta segunda jornada son ya casi 20 las hectáreas que han sido tratadas con esta cubierta vegetal. Los técnicos forestales que dirigen el trabajo supervisarán en los próximos días toda la zona y decidirán si son necesarias más acciones. Algo que, en principio, no se prevé. Los expertos creen que solo es preciso tratar el 10 % de la superficie afectada por los incendios.

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