Detenido un joven de 22 años en Poio por ir a casa de su expareja y perforarle una oreja con un disparo a un amigo de ella

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

POIO

La patrulla de la Policía Local que vio llegar al herido ensangrentado, este domingo en Poio.
La patrulla de la Policía Local que vio llegar al herido ensangrentado, este domingo en Poio. Policía Local de Poio

El herido, de 19 años, llegó ensangrentado hasta el puente de A Barca, donde se topó con una patrulla de la policía local y narró el suceso

19 sep 2023 . Actualizado a las 16:20 h.

La Policía Local de Poio permanecía este domingo en las proximidades del puente de A Barca por el operativo de la Volta a Galicia cuando, de repente, vio llegar al viaducto a un joven ensangrentado. El muchacho se acercó a los agentes y les explicó que un hombre le había disparado y tenía una oreja perforada. Se avisó a la ambulancia, que atendió y llevó al herido al hospital y se dio comienzo a una investigación que culminó, horas después, con la detención del supuesto autor del disparo: un joven de 22 años de origen colombiano. Agentes de tres cuerpos, Policía Local de Poio, Guardia Civil y Policía Nacional participaron en el operativo para desenmarañar este suceso.  

Según explica la policía, en la mañana del domingo, una joven y un amigo accedieron a la vivienda de esta, en Poio. La expareja de ella debía estar vigilándolos porque, nada más cruzar ellos la puerta, se presentó en casa. Abrió con una llave del piso que al parecer todavía guardaba de cuando eran pareja y habían convivido. Sin mediar palabra, apuntó con un arma, una pistola de aire comprimido, al joven que estaba con su exnovia y le disparó. Le dio en una oreja y se la perforó

Tras el altercado, el hombre armado puso pies en polvorosa y, al parecer, se escondió en un edificio cercano. El rapaz herido salió de la vivienda y en el puente de A Barca se topó con la patrulla policial, que en primer lugar se encargó de que recibiese atención sanitaria. Luego, se puso en marcha un dispositivo para tratar de localizar al agresor. Le buscaron por todos lados y no le encontraron.

Los agentes acudieron al piso donde sucedieron los hechos y, una vez allí, la mujer les confesó que además del altercado del domingo en otras ocasiones su expareja había agredido a ella. Es más, les enseñó fotografías donde quedaban documentadas algunas lesiones sufridas. 

Finalmente, la Guardia Civil localizó el teléfono del agresor, le llamó y este se presentó en la comandancia. Allí fue detenido. Su expareja le denunció por malos tratos habituales y el hombre al que disparó por un delito de lesiones. El arrestado, tal y como confirmó la Guardia Civil, pasó la noche en los calabozos y este lunes fue puesto a disposición judicial en Pontevedra. 

A primera hora de la tarde de este lunes, fuentes judiciales señalaron que, efectivamente, el hombre prestó declaración en el Juzgado de Instrucción Número 1 de Pontevedra, en funciones de guardia, no por el disparo, sino por delitos en el ámbito de la violencia de género. El juzgado decretó su puesta en libertad y dictó una sentencia de conformidad. En ella lo condena como autor de un delito de maltrato habitual, tres delitos de maltrato de obra y un delito de coacciones en el ámbito de la violencia de género a 14 meses de prisión (pena que queda suspendida por un plazo de tres años con la condición de que no delinca), a 88 días de trabajos en beneficio de la comunidad y a 56 meses de privación del derecho a la tenencia y porte de armas. Igualmente, le impone 33 meses de prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima.