Marcio Santos: «El sábado vuelvo a mi casa, a Poio, donde crecí como entrenador»

POIO

EMILIO MOLDES

El entrenador del Melilla repasa sus años en el club rojillo, al que se enfrentará este fin de semana por primera vez desde que salió en el 2018

25 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Marcio Santos vuelve este sábado «a casa», al banquillo de A Seca, el pabellón donde alcanzó los mayores logros deportivos y que dejó hace casi tres años. Desde entonces no ha vuelto a Poio y desafía la letra de Joaquín Sabina cuando recuerda que «en Macondo comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver». Porque Poio es su Macondo y él está deseando pisarlo y recordar los cuatro años que vivió en el club rojillo. Esta vez estará enfrente, dirige al Melilla, próximo rival del equipo conservero en esta segunda fase de la liga, que arrancará este fin de semana y qué decidirá cuáles son los cuatro equipos que se clasificarán para el play off por el título. «Tengo la sensación de que vuelvo a mi casa, donde crecí como entrenador, pero me da pena que no pueda haber aficionados, eso para mí sería lo máximo», reconocía Marcio Santos desde Melilla.

Llegó este año a este equipo con el objetivo de la permanencia, pero poco a poco han ido medrando en sus aspiraciones hasta colarse entre los ocho equipos que siguen la competición en el grupo de privilegiados. Están en cuatro lugar a 13 centésimas del Poio Pescamar (la clasificación va ahora por coeficiente y no por puntos). Pero, ¿qué merito tiene Marcio en este éxito? «Yo diría que ninguno, llegar aquí es el fruto de la unión y de la predisposición del cuerpo técnico, equipo directivo y jugadoras, que sabíamos que este iba a ser un año muy complicado y hemos conseguido llegar aquí», apunta el técnico brasileño, que recuerda lo difícil que será enfrentarse al Poio en casa. Él fue uno de los artífices del ascenso de Segunda a Primera en el año 2013 después de ganar por 0-2 al Rubí. Marcio Santos era entonces el entrenador del equipo que ilusionó a Galicia y que ha sabido crecer. «Conseguimos algo muy bonito y ahora ves que el proyecto es gratificante y siguió adelante hasta convertir al equipo en un referente del fútbol sala español», explica el técnico, que reconoce que «es uno de los clubes más trabajados de la categoría».

El técnico brasileño ascendió hace ocho años y en este período estuvo en dos etapas. La primera fue la más exitosa, pero después quiso hacer un alto en el camino y se fue un par de años a Brasil para entrenar a un equipo femenino de Primera Nacional y más tarde, a una selección de jugadores para un club masculino de la zona de Sao Paolo. Y estando ahí, junto a su familia, volvió a recibir la llamada del presidente del Poio, Juanjo García, para animarlo a ponerse otra vez al frente del equipo. No lo dudó, «su» club lo llamaba a filas y regresó a «su casa» hasta que al final de la temporada 2017-18 separaron sus caminos. No le faltaron oportunidades. Primero fue al Noia FS y de ahí al Cartagena hasta que este año tomó las riendas del Melilla, recién ascendido a la categoría. «Marcio fue uno de los entrenadores que más se adaptó al club, que lo consiguió todo, incluso un ascenso tan peleado como inesperado esa temporada. Es un diez de persona y fue mucho más que un entrenador, lo llamamos cuando hacía falta y regresó sin preguntar por el dinero. Cogió el equipo ese año y batió el récord de puntos», recuerda el presidente rojillo.

Con Marcio al frente de la plantilla, el equipo logró el ascenso, la clasificación para la Copa de la Reina y dos Copas Galicia. «Fueron años muy bonitos», concluye el técnico brasileño, que lleva ya 24 años en España, a donde llegó siendo muy joven para continuar creciendo como jugador. Antes de desembarcar en el equipo rojillo, comenzó su andadura como entrenador en Vilagarcía. Ahora se prepara para regresar a su Macondo.