Mientras algunos sindicatos policiales ven como sus reclamaciones para dotar a los agentes nacionales con tásers caen en saco roto, la Policía Local de Poio anunció ayer que incorporará las pistolas eléctricas a su equipación. De hecho, las fuentes consultadas destacaron que los agentes municipales ya tomaron parte el pasado viernes en un curso de formación sobre el manejo de este armamento.
Se trata, según añadieron, de un inmovilizador eléctrico, «unha ferramenta que pode ser utilizada polos axentes á hora de reducir a persoas violentas». De hecho, los tásers ya han sido paulatinamente incorporados por otros cuerpos policiales de distintas partes del mundo, ya que se considera que es un armamento no letal o de letalidad reducida.
Normalmente, estos dispositivos emplean una descarga eléctrica «temporal de alto voltaje y baja corriente», de tal modo que se busca «anular los mecanismos de activación muscular del cuerpo», reseñan expertos en su funcionamiento.
En el caso de la Policía Local de Poio, los agentes tomaron parte en un curso que contó con una parte teórica en dependencias de la Jefatura y otra práctica, que se desarrolló en el pabellón polideportivo de Lourido.