Integrantes de la plantilla de la Policía Local de Poio participaron estos días en un curso de formación para el manejo de los modernos radares portátiles. Se trata de equipos Velolaser, que la Guardia Civil de Tráfico estrenó hace algo más de año y medio y que tienden capacidad para medir las velocidades de los automóviles, incluso, por la noche.
Desde la Jefatura municipal confirmaron que estos radares portátiles formarán parte del equipo de trabajo de las patrullas municipales. Se trata un tipo de dispositivo «moi versátil que se pode levar en moto, coche ou colocar en trípode», reseñaron al respecto, al tiempo que se mostraron convencidos de que su uso «reducirá os accidentes de circulación no municipio».
Estos radares se caracterizan por ser inalámbricos, funcionar de manera autónoma y poderse controlar de forma remota vía WiFi o 3G/4G, así como disponen de una autonomía de hasta cinco horas, circunstancias que hacen que no se requiera su ubicación en un coche patrulla y que un agente pueda monitorizarlo a distancia. De este modo, pueden pasar desapercibidos a la hora detectar infracciones de velocidad.
Estos equipos, además, también disponen de un lector de placas de matrículas.