No cabe duda de que las fiestas de San Xoán de Poio están siendo totalmente atípicas este año como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Ya no solo se trata de que se hubieran suspendido las grandes y multitudinarias citas, sino que también el covid-19 está dejando imágenes inéditas como la de los fieles que este miércoles, día grande de las fiestas patronales, acudieron a la misa solemne en el monasterio de Poio ataviados con mascarillas sanitarias, geles hidroalcohólicos y guardando la preceptiva separación por el distanciamiento social.
De igual modo, los saludos efusivos, los abrazos e, incluso, los besos quedaron aparcados a un lado en el transcurso de la recepción que la corporación municipal, con el alcalde Luciano Sobral al frente, realizó a los integrantes de la Banda de Música de Arcade. En su lugar, todo quedó reducido a un chocar de codos, el popular saludo que parece instaurarse en tiempos de coronavirus.
El covid-19, en todo caso, no ha logrado frenar las fiestas de San Xoán, que continuarán con distintos actos por el municipio.