El gobierno local apuesta por actos de pequeño formato y con artistas locales
24 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.A pesar de que los grandes actos estaban suspendidos por culpa de la pandemia del coronavirus, Poio dio la bienvenida a sus fiestas patronales por todo lo alto. Y si se prohibieron las fogatas en espacios públicos, cerca de un centenar de hogueras solicitadas por los vecinos a título particular tenían previsto iluminar la noche más mágica del año y, de paso, espantar al meigallo.
Prueba de que el covid-19 no arredró a los vecinos y visitantes fue el gran número de locales de hostelería que apostaron por mantener la tradición de las sardinas a la brasa. Este año, además, con el aliciente de que irían acompañadas por regalos dentro de una campaña impulsada por el gobierno local para incentivar el comercio local y los productos de proximidad.
Sin verbenas ni eventos multitudinarios, el Concello de Poio ha apostado por actos de reducidas dimensiones, con aforos limitados y con la vista puesta en artistas y agrupaciones del municipio y de su entorno. Esto obligó a que, por un lado, este martes se tuvieran que habilitar dos turnos con plazas limitadas para tomar parte en la tradicional salida a recoger las hierbas de San Xoán que organiza la asociación Ronsel y, por otro, a que se establezcan medidas de carácter sanitario y de distanciamiento social.
Así, este miércoles, día grande de los festejos, el programa arrancará a las diez de la mañana con las alboradas a cargo de agrupaciones folklóricas locales, mientras que al mediodía el monasterio de Poio acogerá una misa solemne en la que se mantendrán las medidas sanitarias y será obligatorio el empleo de mascarillas por parte de los asistentes.
A la finalización de los actos litúrgicos está programado un concierto a cargo de la Banda de Música de Arcade. Desde el Concello de Poio precisaron que se ha autorizado la instalación de un puesto de venta de bebidas.
La jornada será clausurada ya por la tarde -20 horas- por la Escola de Acordeóns de Campelo con una actuación en la Praza da Granxa, en Campelo.