La fiesta naranja sigue en liga al golear al Poio en el arranque

La Voz VIVEIRO /PONTEVEDRA /LA VOZ

POIO

XAIME RAMALLAL

El Pescados Rubén Burela agua la fiesta rojillas en el primer desplazamiento de las chicas de Raúl Jiménez

14 sep 2019 . Actualizado a las 20:41 h.

?Burela: Ana Romero; Dani, Cilene, Peque y Lara Balseriro (quinteto inicial). También jugaron, Jozi (segunda portera), Jane, Jenny, Jenny Lores, Ale de Paz, Luci y Bea Mateos.

Poio Pescamar: Silvia Aguete; Andrea Feijoo, Antía Pérez, Irene García y Dani Sousa (quinteto inicial). También jugaron, Cárol, Anna Escribano, Mirian Ruiz, Anita Rivera y Clara

Goles: 1-0, min7: Lara Balseiro. 2-0, min 13: Andrea Feijoo. 2-1, min 24: Antía Pérez. 3-1, min 30: Jenny. 4-1, min 39: Peque

Árbitros: Vilas López y Otero Mira del colegio ourensano. Amarilla a Ale de Paz, Dany y Jenny Lores, del Pescados Rubén Burela, y Ana Rivera, del Poio

Incidencias: Unos 300 espectadores en Vistalegre

Las guerreras del Pescados Rubén-Burela no descansan. Desde que en junio se proclamaron campeonas de la Copa de la Reina, la fiesta no se ha detenido cada vez que se han vestido de corto para saltar a la cancha. Triunfaron en la recopa europea y en la Supercopa de España, y ahora no quieren bajar el ritmo en la liga.

Contra el Poio-Pescamar, en el comienzo de la nueva competición, volvieron a exhibir su juego dominante en la primera parte ante un rival que se cargó pronto de faltas y Lara Balseiro lo castigó desde el punto de doble penalti. La viveirense mandó otro al palo más tarde, cuando las naranjas ya ganaban 2-0 gracias al gol en propia puerta de Andrea Feijoo.

Silvia Aguete evitó que toda la emoción muriese en una primera mitad de incontestable superioridad mariñana. A menos de dos minutos del descanso, Lara no lograba aprovechar un lanzamiento para ampliar la renta local. Estrelló el balón contra el palo y evitó poner la puntilla al encuentro demasiado pronto.

Todo cambió en la continuación, cuando las de Julio Delgado se vieron encerradas en su propia cancha y llegaron a temer lo peor tras el tanto de Antía, en un robo a Ale de Paz. La internacional rojilla disparó cruzado hacia la izquierda y abrió la esperanza de las visitantes. El duelo se aproximaba, pero sería solo un espejismo. A once minutos del final, las campeonas de la Supercopa optaban por un juego de cinco con Bea Mateos como portera jugadora. Las naranjas buscaban la sentencia en la recta final del encuentro.

En una jugada de estrategia, Cilene habilitaba a Jenny Santos al segundo palo dentro del área para llevar la tranquilidad a las lucenses.

Con el 3-1 en el marcador, la brecha parecía ya demasiado insalvable para las de Raúl Jiménez, que tenían que lograr dos tantos para llevarse los puntos. El Burela llegaba a este primer partido de liga demasiado enchufado como para darle una oportunidad a las rojillas. El técnico del Poio puso todas sus opciones sobre la mesa para intentar con un juego de cinco equilibrar el marcador. Pero de nada valió. La sentencia llegaba en el tramo final, en un robo de balón de Peque, y con el Poio atacando de cinco. La jugadora madrileña se fue de Antía, que estaba haciendo de portera en los momentos de peligro, y disparó a gol a un minuto del final.

El choque concluía con un disparo de diez metros que Lara enviaba fuera. El derbi llegaba demasiado pronto para dos equipos a un nivel bien distinto. Las ganadoras de la Supercopa estaban a pleno rendimiento con el virus de la competición ya inyectado, mientras que las rojillas asaltaron Vistalegre con algunas jugadoras tocadas y la necesidad de más rodaje.