«Fichar por el Poio Pescamar era una opción que no podía rechazar»

POIO

RAMON LEIRO

El técnico andaluz reconoce que le queda mucho trabajo para tener al equipo que quiere para competir

11 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Raúl Jiménez es andaluz, de Granada, pero hace demasiados años que su acento ya mudó al gallego. Se siente pontevedrés y parte del fútbol sala de la comarca. Después de pasar por los banquillos del Rías Baixas y del Leis da un salto cualitativo en su carrera al dirigir el proyecto del Poio Pescamar, al que quiere imprimirle su manera de jugar para consolidarlo en la zona alta de la tabla. Un reto «irrechazable».

-¿Cómo está el equipo a tres días de empezar la competición?

-La vedad es que no estamos en la forma que esperábamos, tenemos a varias lesionadas y esa no es la mejor manera de comenzar la liga, pero supongo que la ilusión que tienen todos de competir puede con las bajas y las lesiones.

-¿Cuáles son esas lesiones que lo traen de cabeza?

-Tenemos a Daniella lesionada con un golpe en la cadera muy fuerte que le impidió entrenar varios días; Anna Escribano, en la espalda; Irene García se levantó hoy (por ayer) con unas erupciones extrañas que le han obligado a ir a urgencias; Silvia no está bien del todo de la rodilla; Clara con molestias en el cuádriceps lleva diez días sin entrenar e Iria, con un golpe en el dedo gordo. No son las condiciones que deseábamos, pero son con las que estamos, tendremos que ir ahí y plantarle cara.

-¿Cuántas jugadoras espera recuperar para el fin de semana?

-Espero que las que son por golpes puedan jugar, es verdad que renqueando y como puedan, pero tiene que estar, si no tendremos que tirar de las niñas de la cantera. Eso para ellas sería un salto muy alto, pero si hay que hacerlo no tendremos miedo, son niñas que llevan entrenando con nosotros toda la pretemporada y lo han hecho muy bien.

-Además tiene una plantilla con muchas caras nuevas, incluida la suya...

-Estamos en un proceso de formación y adaptación a todo, al club, a la ciudad e incluso las que se quedaron de la temporada pasada jugaban un sistema totalmente diferente al que yo quiero. Quizás la pretemporada se nos ha hecho muy corta, pero estoy seguro de que con el paso del tiempo el equipo va a ir creciendo exponencialmente.

-Cada año se fija el objetivo de superar el resultado del año pasado, pero al mismo tiempo la liga se endurece.

-Cuando llegué aquí tenía claro que el Poio tenía un proyecto ambicioso, pero tenemos que ser conscientes que se ha dado un paso nuevo con mi contratación, Es verdad que como se ha abierto el abanico de que hay play off, la gente se ilusiona con esas cosas, pero yo quiero tener los pies en el suelo e ir poco a poco. Primero quiero que mi equipo juegue a lo que les digo y luego ir ganando en otros campos poco a poco.

-¿Es también un reto personal?

-Entrené a equipos masculinos hasta Segunda B y en femenino estuve una temporada en Segunda y el resto en Segunda B, para mí el Poio es una opción que no podía rechazar. Tiene cierto grado de excitación, es algo interesante y está bien, pero tengo que tomármelo con calma y que el trabajo y el tiempo me diga si puedo o no puedo dedicarme a esto y darle cosas buenas al club.

-Trabaja de la mano de Carlos Santamaría, será su segundo entrenador, ¿ya lo conocía?

-Es una persona que lleva varios años en la liga y lo que me han hablado de él es bueno, conoce la competición y los equipos, me da mucha información sobre los rivales, su trabajo será ese, hacer el scouting de los equipos.

-¿Qué pasa en el fútbol sala femenino que la mayoría están entrenados por hombres?

-Supongo que será porque es un deporte joven, espero que sea cuestión de tiempo. Lo que veo es que la liga mejora y crece de un año a otro y en los banquillos pasará lo mismo. Estas jugadoras que cada vez son mejores darán el paso a ser técnicas para dirigir a cualquier equipo, tanto masculino como femenino.

-¿Qué cree que puede aportar al Poio Pescamar?

-La experiencia mía como jugador, lo que yo veía que no me gustaba o que no salía bien cuando jugaba. Ahora cuidaré esos matices, quiero que tengan un entrenador serio, pero cercano. Tomé la decisión de venir en un minuto, sin pensar, la oferta económica y deportiva era irrechazable.