El sospechoso, un vecino de Poio, requirió la ayuda de la Guardia Civil para ir a una estación de servicio
09 ago 2019 . Actualizado a las 19:13 h.Más de uno dirá que fue cosa del karma, mientras que otros incidirán en que, antes de consumar un robo, hay que estudiar todos los posibles imponderables. Lo cierto es que Diego R. P., vecino de Poio y con antecedentes policiales a sus espaldas, fue detenido en relación con un robo en una gasolinera después de que el depósito de su moto se hubiera quedado seco y lo dejara tirado en plena autovía A-52.
Era la madrugada del pasado martes cuando el sospechoso, supuestamente, accedió subrepticiamente al interior de una estación de servicio ubicada en Antela, en el municipio ourensano de Xinzo. Aprovechando un despiste de un empleado, se acercó a la caja registradora y se hizo con algo más de cuatrocientos euros para, acto seguido, salir como si tal cosa por la puerta, subirse en su moto y emprender la huida.
Lo cierto es que no llegó muy lejos. Tras recorrer unos ocho o nueve kilómetros, según indicaron fuentes del instituto armado, la moto se quedó sin combustible. No pasaría mucho tiempo hasta que los integrantes de una de las patrullas que participaban en el operativo de búsqueda del ladrón se percataran de la presencia de un motorista en el arcén de la autovía que les hacia gesto en demanda de auxilio.
Ante la sorpresa de los agentes, que ya disponían de una imagen del autor del robo, este les requirió su ayuda para desplazarse hasta una estación de servicio y adquirir la gasolina que le permitiera continuar viaje en dirección a Francia. Claro está, fue detenido como supuesto autor de un hurto, pasó la noche en los calabozos y, ya por la mañana, fue conducido ante el juez de guardia, quien decretó su puesta en libertad con cargos.
Fuentes de la Guardia Civil destacaron que no controlar la cantidad de combustible que quedaba en el depósito de su moto no fue el único error que cometió este vecino de Poio. Y es que tampoco se percató del sistema de videovigilancia con el que contaba la gasolinera, el cual captó su imagen y permitió que el instituto armado dispusiese de su fotografía apenas unos minutos después de consumada la sustracción del dinero.
Los agentes, asimismo, investigan la propiedad de la moto en la que el arrestado viajaba por si hubiera sido robada en Pontevedra.