Roldán: Etayo; Claudia Terrés, Ángela, Consuelo y Mayte Mateo -quinteto inicial-. También jugaron, Sara Navalón, Alba Gandía, Andrea Marín, Clara, Mirian y Beth Carrasco
Poio: Silvia; DaniSousa, Ceci, JennyLores y Ale de Paz -quinteto inicial-. También jugaron, Jessy, Iria, Cárol e Irene
Goles: 1-0, min 2: Consuelo. 1-1, min 14: Iria. 2-1, min 24: Mirian. 3-1, min 27: Mayte Mateo
Árbitros: Hidalgo Marín y Lax Cuartero, de colegio murciano. Amarillas a Andrea Marín, Consuelo y Beth Carrasco, del Roldán, y doble amarilla a Ceci, del Poio
Incidencias: Unas 400 personas en el Municipal Gabriel Pérez
El primer tropiezo de las rojillas endereza la mala racha del Jimbee Roldán que venció por 3-1. El primer gol del partido sorprendió a las chicas de Dani Díaz en el minuto 2 de juego. En una pugna por el balón, Claudia Terrés roba el esférico y pasa a Consuelo para que anote el primer tanto. El gol impulsó a las locales que apuraron la insistencia y pusieron en más de un compromiso a Silvia Aguete.
Viendo los tintes que estaba cogiendo el encuentro, Dani Díaz solicita un tiempo muerto para intentar revertir la situación. Parece que causó efecto, ya que las ocasiones empezaron a sucederse por ambos lados y a poco más de seis minutos para el final del primer tiempo, las rojillas empatan el partido con un gol de Iria, que aprovechó un rechazo de Etayo tras despejar un penalti lanzado por Ale de Paz.
El empate dio más tranquilidad a las chicas del Poio Pescamar, que se empezaron a sentir más cómodas en el campo murciano, pero cuando parecía que el dominio rojillo era evidente, el Jimbee Roldán despertó en su feudo. Fueron al descanso con un empate en el electrónico y a la vuelta de vestuarios se imprimió gran intensidad en el juego. El ritmo frenético de ambos llevó a Mirian a robar el balón en primera línea, controlarlo en la frontal del área y con un disparo pegado al palo superaba a Silvia. Apenas se habían recuperado de este tanto cuando Mayte Mateo de potente disparo de volea anota el tercer gol de las murcianas.
Con 3-1 en el marcador, las rojillas no encontraban el camino hacia la portería y optaban por un juego de cinco con Ale de Paz como portera jugadora. Poco a poco y a medida que pasaban los minutos, el Poio Pescamar empezaba a entonarse de cara a gol, pero ya era tarde y todos los remates no acababan cruzando la línea de Etayo, un verdadero muro bajo palos para el equipo local.