Las reuniones familiares centran las reservas de alojamientos en Navidad y Fin de Año
04 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Todos los Santos, Constitución, Navidad y Fin de Año son fechas que empiezan a colarse, cada vez con más fuerza, entre los potenciales visitantes a Pontevedra, O Morrazo y especialmente a O Salnés. La temporada baja se queda muy lejos de las cifras de agosto y aún de mayo, pero poco a poco la curva va ascendiendo año tras año, con especial incidencia en las grandes citas festivas del otoño e invierno. Los hoteles que abren en estas fechas llevan años notando el interés del público, especialmente de familias, y organizan ofertas específicas para retener el tirón entre los visitantes. Ahora los últimos cambios legislativos, como la regularización de las viviendas de uso turístico, son otro factor a tener en cuenta. Consultadas dos de las organizaciones no hoteleras de la provincia -casas de turismo rural Agarimo y viviendas de uso turístico Aviturga-, los resultados evidencian que estos sectores se están adaptando a las nuevas circunstancias para seguir creciendo.
La presidenta de Aviturga, la sanxenxina Dulcinea Aguín, explicó que en temporada baja hay que tener en cuenta varias cosas. Una es que no todos los propietarios que alquilan en verano están dispuestos a hacerlo en invierno, no todas las casas están adaptadas para ofertarse en época de frío y también está el elemento climatológico -menos lluvias más reservas y viceversa-. La dirigente de Aviturga explicó que la coincidencia en la comarca de eventos gastronómicos o deportivos hace que los visitantes encuentren en las viviendas de uso turístico un alojamiento a la medida. Por ejemplo, en Cambados, Sanxenxo, O Grove, A Illa y Vilagarcía se nota la celebración de la Festa do Marisco; mientras que hay numerosas reservas ya gestionadas en Pontevedra y Poio ante un campeonato mundial de triatlón en ciudad del Lérez en primavera.
Afluencia de última hora
Fuera de esas citas de eventos, los visitantes se interesan por la oferta en los fines de semana y en los puentes, sobre todo en O Salnés. «Hay que recordar que buena parte de las otras modalidades de alojamiento cierran desde fin del verano hasta Semana Santa», precisó y esta circunstancia incrementa el interés por las viviendas de uso turístico.
Tal y como ha sido este año, las expectativas para diciembre son buenas, aunque Aguín resaltó que el turista de temporada baja, que es sobre todo gallego, suele apuntarse a última hora, muy pendientes del tiempo.
Agarimo es la asociación que agrupa cerca de 90 establecimientos de turismo rural en la provincia de Pontevedra y la preside Ventura García. Sobre la temporada baja, señala que la provincia está en una situación intermedia. No puede ofrecer playa ni tampoco alta montaña, por lo que se queda «entre dos aguas».
En fines de semana de otoño e invierno y sobre todo en puentes el interior gallego cuelga el cartel de completo, pero Pontevedra lo tiene algo más difícil. Una opción para afrontar este hecho es la apuesta por una propuesta más amplia: mejora de servicios, oferta de nuevas tecnologías y un complemento gastronómico.
García indica que O Salnés destaca entre todas las comarcas pontevedresas también en temporada baja en cuanto a turismo rural. «Es la zona que tiene más demanda de manera habitual y en todas las épocas del año», afirma. Para este puente de Todos los Santos, el índice de ocupación en la provincia estaría a la mitad. No hay que olvidar que el tiempo no ha acompañado, con frío y lluvia. La afluencia de clientes suele ser del norte gallego, mientras que pontevedreses y ourensanos, curiosamente, acuden más a Lugo y A Coruña.
De las citas próximas, García destaca Navidad y Fin de Año. «Es una época en que las familias se junta y los pisos no son los más adecuados para este tipo de reuniones», añade.