Antía Pérez sufre una grave lesión con la selección sub-18

C. Pereiro

POIO

emilio moldes

Fútbol sala Es posible que la viguesa no pueda jugar en toda la temporada tras hacerse con el bronce en Los JJ.OO. de la Juventud

18 oct 2018 . Actualizado a las 21:39 h.

Se trata de una de las peores noticias que el Poio Pescamar podía recibir. Antía Pérez, uno de las jugadoras aterrizadas en el club para luchar este curso, ha sufrido una grave lesión durante un partido con la selección española sub-18 de fútbol sala. Es más que probable que no pueda jugar en toda la temporada competitiva que queda por delante.

La capitana de la selección sufre una rotura del cruzado anterior de la rodilla izquierda. La resonancia realizada durante la mañana de ayer mostró una desagradable lesión que se produjo en un lance fortuito durante la segunda mitad del último encuentro disputado por la escuadra roja, que consiguió colgarse el bronce de los Juegos Olímpicos de la Juventud, tras perseguir a la jugadora de Bolivia María Gálvez. Para desgracia de la viguesa, un consuelo menor.

Antía regresará hoy a España junto al resto de la expedición nacional. La jugadora ha crecido enormemente y se situaba como una de las promesas del fútbol sala nacional y destinada a marcar la diferencia con el Poio este año. Habrá que esperar cómo avanza desde ahora en adelante su dolencia y si su reincorporación al cien por cien se da a lo largo del 2019.

A podio con muletas

La jugadora rojilla consiguió dos goles en la primera parte y marcó cuadro de una tacada a Trinidad y Tobago. Siempre con una sonrisa, la viguesa se sitúa como una jugadora querida dentro y fuera de la pista, por lo que su lesión ha sentado como un jarro de agua fría tanto al conjunto nacional sub-18 como a su escuadra poiense. Aún lesionada y con dolores, la capitana quiso hacer acto de presencia en la entrega de la medalla de bronce en el mismo podio, al que acudió en muletas y visiblemente emocionada.

El presidente del Poio Pescamar, Juanjo García declaró ayer a La Voz la profunda desolación con la que el equipo ha recibido la noticia, ya no solo por perder durante un tiempo imposible de definir a una de sus jugadoras estrella, sino por lo duro que resulta ver a una futbolista con la personalidad de Antía padecer una lesión de este calibre a sus dieciocho años.

«Solo queremos que se recupere y que pueda jugar cuando esté lista. Tenemos a un buen equipo que la atenderá y la ayudará de la mejor manera posible en su rehabilitación», explicó un Juanjo García visiblemente afectado y que está a la espera del regreso a casa de la pívot para poder charlar y trasmitirle todos los ánimos de las personas que dan forma al club.

La joven jugadora llegó al Poio desde el Ourense Envialia para formar parte de un equipo al que describió a este periódico como «una gran familia» en su día. No era un comentario baladí. Dentro de las filas del equipo poiense también está una de sus mejores amigas, la rojilla Carol Agulla. Antes de este torneo, llevaba ya ocho concentraciones con el combinado nacional, una más que su compañera de equipo.

Antía señalaba en junio que venía al Poio a crecer como jugadora pero también como persona, mostrando una gran ilusión por poder aportar al equipo su talento con el esférico.

Partido el domingo

Para bien o para mal, la vida sigue para las rojillas, y este fin de semana tienen una cita en el pabellón de A Seca en un horario y un día un poco habitual. En principio se retrasara el duelo a la espera de la llegada de Carol y Antía, aunque finalmente solo la primera podrá saltar a la pista.

El equipo conservero se medirá al Sala Zaragoza, recién ascendido a la primera división nacional. En tres jornadas aún no ha logrado llevarse una victoria, por lo que es probable que las rojillas traten de aprovechar la ventaja casera y la de esa mala racha de las visitantes para poder llevarse los puntos.

Tras el parón provocado por los Juegos Olímpicos de la Juventud, las jugadoras del Poio deberán volver a mostrar su mejor forma para crecer en la categoría.