Las mareas vivas del verano, tras el repunte del furtivismo en la ría

Bea Costa / ch. c. PONTEVEDRA / LA VOZ

POIO

EMILIO MOLDES

La Xunta achaca a este fenómeno un pico «puntual» de esta actividad ilegal

08 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las cofradías de la ría ven cómo le birlan por la noche su sustento. Coches que cargan sus maleteros llenos de almeja durante las últimas noches han desatado todas las alarmas entre los mariscadores de la ría, sobre todo en la margen norte, en Poio, donde ya se plantean articular patrullas nocturnas ante lo que consideran un auténtico expolio de los recursos que tanto les ha costado conseguir.

No en vano, durante buena parte del año, los mariscadores han concentrado sus esfuerzos en hacer más productivos los bancos marisqueros. Bien sea a través de la limpieza de fondos, bien con el sembrado en zonas anteriormente improductivas. Con todo, ahora que llega las épocas de vacas gordas, coincidiendo con el verano y una eventual alza de los precios en lonja, ven como buena parte el fruto del esfuerzo acaba en los maleteros de esos furtivos.

Sin embargo, y pese a la alarma desatada entre las cofradías de la ría de Pontevedra, la Xunta lo ve solo como un problema puntual. «O problema do furtivismo nos vén preocupando desde sempre, estamos actuando cos medios propios e colaborando coas confrarías e coa unidade da policía autonómica. Sabemos que cando hai secas grandes sabemos que aumenta o número de persoas que extraen o marisco de xeito ilegal, pero non temos detectado un repunte», explicó ayer en Arousa la conselleira do Mar, Rosa Quintana.

Junto al vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, la conselleira do Mar realizó una visita a un grupo empresarial ligado al mar y aprovechó para reclamar una mayor implicación de toda la sociedad ante fenómenos como el que se está detectando en la ría de Pontevedra coincidiendo con las últimas mareas vivas, un fenómeno al que liga Quintana la proliferación de furtivos.

«Pedimos unha implicación de toda a sociedades. Levamos traballando desde o 2009 e este ano puxemos en marcha unha campaña contra o furtivismo de bañador», explicó, en referencia a los turistas que aprovechan sus estancias en las playas para llevarse el producto que siembran las mariscadoras. Una situación, no obstante, que nada tiene que ver con la de la ría de Pontevedra.