Unas rojillas de repóquer

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

POIO

Emilio Moldes

El Poio Pescamar juega desde hoy el Campeonato de España infantil, después de haber ganado todos los títulos esta temporada

28 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Poio Pescamar crece desde la base. Su equipo en Primera División del fútbol nacional se nutre de una cantera que miman para que el día de mañana puedan competir en la élite y que no sea solo a base de fichajes, sino a golpe de cantera. Uno de esos equipos que apuntan maneras es el infantil, que este año ha hecho repóquer de victorias, ganaron la Liga autonómica, la Liga provincial, además de la Copa Galicia, Copa provincial y la Minicopa Xunta. Un repóquer de triunfos que esta semana se puede ampliar con su participación en el Campeonato de España junto a los siete mejores equipos del panorama nacional. Su entrenador, José Luis Castiñeira, es el primer año que juega una competición de este nivel, al igual que sus niñas. No conoce mucho a los rivales de su grupo ?Femenino San Fernando, Ciudad de Nara y Palau Solitá i Plegamans 2007?, pero cree que «los equipos catalanes y el Alcantarilla, del otro grupo, son muy buenos». Eso sí, Castiñeira lo tiene claro, «a ilusión y competitividad no nos gana nadie». Esas son las dos armas con las que el equipo saldrá a la pista.

Aunque tanto las jugadoras como el técnico es la primera vez que compiten a nivel nacional, el Poio Pescamar es ya un veterano en esto con seis participaciones a sus espaldas. Castiñeiras no quiere hacer excepciones, para él el equipo es un bloque, una unidad, pero algunas de sus jugadoras apuntan alto. Que a nadie le extrañe que en los próximos años Mónica Otero, Isa García, Andrea Alvite o Lucía Prieto lleguen al primer equipo. Todavía tienen 13 años, esta fue su última temporada en infantil, desde septiembre serán cadetes. El seguimiento del club a sus jugadoras es constante. Cada semana los entrenadores, coordinadores y el presidente se reúnen para valorar la evolución de las jugadoras, si alguna de ellas puede dar el paso a un equipo de otra categoría, en definitiva y como dice José Luis Castiñeira «marcar las líneas maestras del juego».

Todos los equipos, desde el más pequeño al de Primera División deben jugar de la misma forma, «tenemos que tener una estrategia y un mismo estilo», explica José Luis, quien advierte de que «si el Poio Pescamar juega 3-1 con pívot caído en banda, nosotros también». Estas aplicaciones a veces tienen limitaciones porque en estas edades el estudio es lo principal. En el último mes han tenido que compaginarlo con los exámenes de fin de curso. Pese a que había días en los que las sesiones tenían menos de cinco jugadoras, José Luis asegura que el bloque es responsable y tienen un espejo en el que reflejarse, que no es otro que las chicas del primer equipo. Para llegar a ser como las rojillas les quedan algunos añitos y muchos partidos, pero sobran ganas y esfuerzo. Hoy comienzan a demostrarlo.