El Poio más internacional

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

POIO

Ramón Leiro

Cuenta con una jugadora japonesa y dos brasileñas en la recta final de la liga

20 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Poio Pescamar es cada vez más internacional y no porque sus jugadoras formen parte de la selección nacional, que también, sino porque cada vez se hablan más idiomas en la pista. En un entrenamiento de las rojillas pueden juntarse cuatro nacionalidades y hasta cinco lenguas, que sobre la pista se desdibujan para erigirse como un único idioma, el del fútbol. Si hace algo más de un mes, el equipo incorporaba a las jugadoras brasileñas Danielle y Delise, ahora es la japonesa Chihiro Tanaka la que estará un mes entrenando a las órdenes de Marcio Santos.

La nipona es una especie de hija adoptiva de sus compañeras. Un empeño personal suyo la ha traído desde Japón a Poio el pasado fin de semana. No puede competir, pero sí adiestrar al mismo nivel de exigencia que las demás. Parece que poca conexión podría haber entre ambos lugares, pero Tanaka tiene una compatriota en el equipo de Móstoles y eso le hizo despertar su interés por el fútbol español. En un inglés complicado y un español imposible, Tanaka se entiende con el cuerpo técnico y sus compañeras sin problema. «Es muy inteligente técnicamente, tiene una percepción de juego fácil», comenta Marcio Santos rodeado de parte de sus jugadoras y repartiendo unas chocolatinas que Danielle Sousa le trajo de Brasil. La jugadora de Sao Paolo aterrizó ayer a primera hora después de diez días fuera y ya entrenó con el equipo. «Comí feixoada, que tenía ganas», bromea junto a Chihiro, que también destacó que le encanta la comida gallega, especialmente el pescado y el marisco. Estos días, además de entrenar hace turismo de la mano de Marcio, que entre bromas dice «es como tener una hija».

Durante este mes en Poio intentará coger el ritmo español de juego, que aún le falta, y aprender español, una tarea en la que se empeña. Algo más de ventaja en este campo llevan las otras dos incorporaciones brasileñas, que ayer estaban felices de ver salir el sol. «Me decían que aquí la gente salía a pasear a la playa, pero hasta ayer no lo vi», comenta Delise, que reconoce que empieza a adaptarse bien al juego y ya se siente cómoda sobre la pista. También le pasa a Daniella, que asegura que «fue un comienzo difícil, aquí el juego es muy físico, muy de contacto, pero ya estoy casi adaptada». Y no es para menos. Dos días a la semana, la brasileña hace tareas de fisioterapia en las categorías base del Poio Pescamar.

Esta especie de «Naciones Unidas», como le llama su presidente, Juanjo García, no está previsto que se amplíe. Al menos por el momento. «En la etapa de Gonzalo Iglesias, Morenín, hubo una japonesa, pero no acabó cuajando, pero Tanaka quiso venir a probar y no tenemos problema». Otra cosa es la ficha de jugadora, ahí solo las dos brasileñas eran necesarias y junto a Silvia, Iria Saeta, Ale de Paz, Jenny y Ceci son las siete profesionales que tiene el Poio Pescamar en plantilla.

Todas forman un equipo que este fin de semana se desplazará a Burela y del que su presidente espera que puedan mantener el puesto para entrar en la Copa de la Reina. «Tenemos equipo para estar más arriba», concluyó el responsable del equipo rojillo.