Entroido anticipado en el «cochódromo» de Lalín

j. benito / r. ramos LALÍN / LA VOZ

POIO

Rober Amado

La carroza de Sello ganó el concurso con una recreación de una sierra, un hórreo y la molienda del maíz

05 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Otro nuevo nombre se sumaba ayer para las céntricas calles de Lalín por donde discurre el desfile de la Feira do Cocido, anticipo del Entroido y uno de los aderezos más visuales de la fiesta gastronómica. Si el pasado año el presentador del acto, Fran Lareu, convenció a autoridades y público de bautizar como laconódromo, en esta ocasión hubo más competencia. Bajo un frío glacial, en las antípodas del caluroso Río de Janeiro y su sambódromo, las siete carrozas etnográficas y las seis comparsas llegadas de toda Galicia desfilaron por el cochódromo, tras fugaz competencia con un descartado porcódromo.

Costaba encandilar al público en una edición menos concurrida, pese a los esfuerzos del presentador. Las manos preferían el resguardo de los bolsillos que los aplausos. Un desfile con dos inscritos menos de los previstos, ya que la comparsa Os Miudos de Arcade regresaba a casa tras volcar uno de los vehículos en la Serra do Candán. No hubo heridos pero era imposible seguir hasta Lalín, faltando además una carroza de Vilatuxe. Poco después de la una de la tarde la música tradicional de Os Dezas de Moneixas y Carballo de Manteiga abría el desfile. Después se fueron intercalando las carrozas etnográficas -aspirando a los 3.000 euros en premios- y las comparsas, intercalados algunos espontáneos e incluso músicos. Eso sí, menos que en años anteriores.

Y se cumplió la máxima de que los últimos serán los primeros, en el reino de los premios. La carroza de la parroquia lalinense de Sello cerró el desfile y se hizo acreedora al primer puesto en el concurso, dotado con 1.100 euros. Una propuesta muy trabajada, integrada por cuatro carrozas, portando una de ellas una recreación de una sierra de madera de hace 120 años, mientras en otra viajaba un precioso hórreo en pleno proceso de construcción y ya con maíz en su interior, mientras uno de los participantes tallaba en piedra la cruz a colocar después. Tampoco faltaba un molino restaurado y una carroza para los niños en una propuesta muy aplaudida por el público bajo el lema Lalín un interior único, que emplea el Concello en sus campañas de promoción turística.

El segundo premio, de 850 euros, fue para la carroza del grupo de baile y música tradicional A Carballeira de Cercio, con una original propuesta en torno a la producción de aceite, con algunos de los olivos recogidos en la comarca de Deza, a los que les colocaron las aceitunas una a una para poder recrear el vareado, con el que se cerraba la carroza, donde además se veía el proceso de prensado y el escurrido del oro verde con agua caliente.

La recreación de una feria de 1969, año en que comenzó la Feira do Cocido, otorgó a Cabaleiros de Lalín el tercer premio de 500 euros, con carro incluido. Mientras, el cuarto fue para la inmensa propuesta de más de 30 metros de la Cooperativa Gandeira de Botos, de 370 euros, con una forja, una segadora, músicos,... Y el quinto y último de 180 se lo llevó la Asociación de Veciños San Pedro Félix da Xesta que «resucitó» incluso a Álvaro Cunqueiro, primer pregonero del Cocido, al rememorar una feria de 1969.

El color tomó las calles con comparsas como As Marchosas de Arcade y sus vestimentas en torno al imperio azteca. Incluso el sol se atrevió por unos minutos a salir durante su desfile. Os Amoriños de Bora portaban alas coloristas y otros elementos decorativos en sus trajes, mientras Os Canecos de Poio también lucían vistosas composiciones, mostrando todos ellos sus habilidades para el baile. Despertó también el aplauso del público la recreación del mundo de Blancanieves, cargado de romanticismo a ritmo de vals, de la pontevedresa Cor Café, para completar dos agrupaciones lalinenses el desfile. En concreto Máisquedanza con sus disfraces repletos de frutas en la cabeza, así como los marchosos integrantes de Angy Dance. Lástima del frío que agarrotó en exceso los ánimos en este cincuentenario.