Una pionera de las cuatro ruedas

Alfredo López Penide
López Penide POIO / LA VOZ

POIO

RAMON LEIRO

Asegura que en el momento en el que concluya la primera prueba del campeonato dirá: «Cumplí mi sueño»

30 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En Poio cuando se habla de motor, se habla de mujeres. A fin de cuentas, es el municipio que vio nacer BuXa Motor, la única escudería conformada únicamente por féminas, y donde, en breve, Andreitta Gael se convertirá en la primera vecina de este municipio en debutar como piloto de rallies compitiendo bajo los colores de la Escudería Sohers Competición de Pontevedra. Toda una pionera de las cuatro ruedas, algo que reconoce le enorgullece, pero, al mismo tiempo, le genera muchos nervios.

A sus 24 años, Andreitta Gael regresaba después de haber asistido como espectadora a la subida a Chantada cuando se decidió a dar el paso. Giró la cabeza y, dirigiéndose al amigo que la acompañaba, le soltó: «César, tío, quiero correr». La respuesta de este no dejó lugar a dudas: «Tía, no te lo pienses. Búscate un coche que te guste, al que puedas adaptarte y para adelante. No mires atrás», una frase esta última que bien podría ser el lema de esta vecina de Poio.

Y así lo hizo. El próximo mes de mayo debutará en la subida de Santa María de Oia. Por lo pronto, ya ha tenido la ocasión de probar el coche con el que disputará esta primera prueba del campeonato gallego de montaña, un automóvil que, por otro lado, es la gran incógnita que solo se desvelará en el transcurso de una fiesta de presentación. Aunque «estaba como un flan» cuando se sentó delante del volante y encendió el motor, posteriormente «me sentí sorprendida porque no pensé que fuera a cogerle tan rápido el truco. Es un vehículo completamente distinto para mí. No sabía conducción, no tenía idea de nada, pero, al final, me vine para casa muy contenta y con muy buen sabor de boca».

Andreitta se las tendrá que ver con pilotos ya curtidos, a muchos de los cuales seguía antes de dar el paso de ponerse a los mandos de un coche de competición. «Por decirlo de alguna forma, empiezo de cero. Los rivales están ahí, pero nunca es tarde para cumplir un sueño y demostrar que las mujeres también valemos», asevera.

En este punto, tira por la borda ese tópico machista que afirma que los hombres conducen mejor que las mujeres. «¿Mejor? ¿Peor? Eso nunca se sabe. A lo mejor, el día de mañana somos más que ellos compitiendo», acota, al tiempo que agradece la labor que ha realizado su asistencia, «que siempre ha estado ahí».

En todo caso, asume con naturalidad la realidad de que, hoy por hoy, la presencia de mujeres es escasa en el mundo de las competiciones a motor, aunque se muestra convencida de que, poco a poco, se va avanzado a la hora de implicar a un mayor número de aficionadas y, por tanto, futuras pilotos. El problema con el que se encuentran es el que hecho de que «apoyo tenemos muy poquito. Es un mundo que casi siempre se vuelca en los hombres. Es lo típico que dicen que es ‘‘cosa de hombres’’, pero nunca es tarde para que otras mujeres se animen como yo me animé. Somos poquitas, pero nos haremos notar en el campeonato».

En este punto, recuerda con cierto poso de amargura en su voz cómo, en su momento, se puso en contacto con la Federación Gallega para sondear la posibilidad de que se organizara una copa femenina. Recibió una respuesta negativa. «Quizás eso me hizo perder un poquito las esperanzas, pero no las ganas de cumplir este sueño y de demostrar que las mujeres también servimos para esto», rememora recordando aquellos momentos.

De igual modo, aún está a la búsqueda de patrocinadores. A fin de cuentas, como ella misma reconoce, «no es un hobby especialmente barato y las cosas están un poquito complicadas».

El sueño de Andreitta Gael comenzó a gestarse siendo niña -«de pequeñita era algo que me gustaba y cuando podía iba a ver las competiciones. Me gustaba estar en la cuneta animando a la gente que corre o aportando mi granito de arena con una pancarta o una camiseta»- y comenzó a vislumbrar la posibilidad de hacerlo realidad tras juntarse con Jacobo Sobral, quien fue campeón gallego de montaña durante dos años a los mandos de una baqueta.

«Entre unas cosas y otras, el gusanillo tira», afirma sin perder la sonrisa y antes de rememorar cómo, tres años atrás, salió de coche cero -el que abre los tramos y verifica que el público esté en los lugares adecuados, así como comprueba que las condiciones de la carretera son las adecuadas- en la subida a A Escusa que organiza BuXa Motor en Poio. «Desde ese momento me centré en cumplir mi sueño sin mirar atrás y sorteando todas las barreras que se pusieran por delante, tanto económicas como mentales y psicológicas. Y aquí estamos, a punto de comenzar el campeonato y dar lo mejor de mí».

Tiene claro, en todo caso, que en el momento en el que le den la salida en la subida a Santa María de Oia «será el mejor día de mi vida. Cuando llegue arriba y tenga todo acabado diré: Cumplí mi sueño».