La dirección única en A Caeira, pospuesta a la espera del vial de O Vao

Alfredo López Penide
López Penide POIO / LA VOZ

POIO

Ramón Leiro

Desde Urbanismo descartan las propuestas de los vecinos y el PP al considerar que no son realistas

23 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de meses de tiras y aflojas, de dimes y diretes -el proyecto se anunció a finales de septiembre-, finalmente el Concello de Poio ha pospuesto temporalmente establecer la subida al barrio de A Caeira como de dirección única. «Ante el rechazo de parte de los vecinos y el Partido Popular, el proyecto de dirección está descartado hasta que el vial de O Vao sea una realidad y haya alternativas», proclamaron desde la concejalía de Urbanismo.

La decisión supone aparcar indefinidamente esta iniciativa, toda vez que el vial de O Vao es un viejo proyecto con el que se buscaba descongestionar la rotonda de A Barca estableciendo una alternativa. La propuesta data del 2000, cuando Xosé Cuíña era titular de la Consellería de Política Territorial, y recogía, en el diseño de accesos entre Poio y Pontevedra, una carretera de alrededor de quinientos metros de longitud que atravesaría el asentamiento marginal contemplando el realojo de sus residentes.

Este vial fue posteriormente descartado por los gobiernos autonómicos, si bien periódicamente el Concello de Poio y el BNG lo resucitan. Es por ello que solo el tiempo dirá si se convierte en una realidad o termina, como hasta ahora, olvidado en un cajón.

El proyecto para A Caeira contemplaba otras actuaciones. Por lo pronto, el Concello ha descartado las propuestas por las que se decantaron el PP y la plataforma vecina «por no ser realistas».

En cuanto a la que propugnaba mantener dos aceras de noventa centímetros, se remarca que «no resuelve los problemas de accesibilidad y seguridad», toda vez que «no se puede ejecutar una acera nueva sin cumplir la normativa de accesibilidad».

De igual modo, se rechaza la que apostaba por establecer una única acera de 1,8 metros, que «no es viable pues existen intersecciones de viales que confluyen en estas calles cuyas aceras tienen que tener continuidad no siendo posible que los itinerarios peatonales rematen directamente contra el tráfico rodado». Además, consideran que no se puede equipar a la subida al Concello, «donde no existen ni intersecciones, ni aceras adyacentes», mientras que, en el área donde se ubican las casas, «hay acera a ambos lados que separan el trafico de los accesos a las viviendas y propiedades».