
Los que no la solicitaron a la Xunta aluden a distintas causas, entre ellas económicas
25 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.¿Todos los concellos tienen la misma capacidad de respuesta ante un incendio forestal? La pregunta parece sencilla. Pero responderla es bastante complicado. Aunque la solidaridad funciona y en cuanto hay un fuego todos los medios contraincendios se desplazan para sofocarlo cuanto antes, no todos los ayuntamientos parten de la misma situación. Unos, más allá de los medios que pueda llegar a desplegar la Xunta, tienen cuadrillas propias y otros no. ¿Por qué? Solo ocho de los quince concellos del área pontevedresa suscribieron el convenio con Medio Rural para contar con esas brigadas. Entre los que no lo hicieron están algunos que aluden a que ya disponen de un servicio contraincendios en el propio municipio, como Pontevedra, con el parque de bomberos. Pero hay términos que no cuentan con esa brigada por otras causas, por ejemplo, porque según sus gobernantes las arcas municipales no se pueden permitir el gasto que ese convenio supone.
Vayamos por partes. En la comarca hay un pelotón de ocho municipios que sí tienen cuadrilla antiincendios propia que parte de un convenio entre Xunta y ayuntamientos. Se trata de Cotobade, Moraña, Caldas, Poio, Campo Lameiro, Portas, Cuntis y A Lama. En cada uno de ellos trabaja un equipo de cinco personas -cuatro peones y un capataz- y, en el caso de que haya motobombas, también se dispone de conductores. Las cuadrillas, si hay que apagar fuegos, se cambian de municipio. Es decir, da igual que tengan la base en Portas y que pertenezcan a este municipio, si Cuntis necesita que acudan a un incendio tienen que ir. Pero los días que no hay fuego, afortunadamente la mayor parte del verano, se dedican a hace labores de prevención en el término al que están adscritas. Por ejemplo, a desbrozar el monte -si esa labor se puede hacer, ya que en días de mucho calor tampoco está permitido-. Ayer mismo, en Caldas, bajo un sol de justicia previo a una tormenta contundente, la cuadrilla caldense limpiaba el monte en Feitoxo. Cinco hombres cortaban maleza en una pista de tierra. Lo hacían entre quejas por los bajos salarios que cobran pese a la peligrosidad del empleo que tienen.
Luego están los concellos que no pidieron cuadrilla puesto que aluden a que ya tienen el servicio cubierto, como Pontevedra o Sanxenxo, que cuenta con un Servizo Local de Emerxencias.
Visiones distintas
¿Qué ocurre con el resto? Hay una parte de los concellos que aluden a que no pueden firmar el convenio con Medio Rural por la carga económica que supone -la mayor aportación para pagar la cuadrilla la pone la Xunta, pero a los ayuntamientos, según indican, no les sale gratis-. «Nosotros lo estuvimos mirando y como no contamos con material del tipo desbrozadoras y cosas así nos salía muy caro. Tenemos a los bomberos de O Morrazo y a nuestra Protección Civil, que funciona con voluntarios», indicaba Marián Sanmartín desde Marín. «
Para un concello como o noso é
inasumible», añadía el regidor de Vilaboa. «No nos lo podemos permitir», apostillaba el edil Fidel Castro desde Bueu. Y así un largo etcétera. Aunque algunos, como la alcaldesa de Moraña, que sí suscribió el convenio, indicaba: «
Iso son escusas, o convenio cubre absolutamente todo, nós non temos ningún problema. Estamos moi contentos con contar coa cuadrilla».
Luego hay municipios en situaciones curiosas. Ponte Caldelas no firma el convenio con Medio Rural porque eso implicaría que su motobomba, que se conserva en buen estado desde hace dos décadas, tuviese que acudir a incendios de toda la comarca «e acabaríamos con ela», dice su alcalde. O Barro, que no cumple los requisitos de metros de monte público mínimos para pode solicitar una brigada antiincendios.
Regidores y ediles se quejan de que las brigadas empezaron a trabajar muy tarde
Aunque algunas cuadrillas antiincendios están en funcionamiento desde julio -casi todas a mediados o finales- otras empezaron a trabajar con agosto ya en marcha. Eso genera críticas por parte de los ayuntamientos, que indican que «as brigadas tiñan que estar en marcha a principios do verán como mínimo», señalaba el alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey. Y lo mismo señalaba el concejal Xosé Lodeiro desde Poio: «É incomprensible que suceda isto, as brigadas tiñámolas que ter a nosa disposición antes de empezar o verán, iso faría que houbese máis prevención. Pero ano tras ano ocorre isto». Aún así, la situación en la comarca no se parece ni de lejos a la de otras zonas de Galicia como A Costa da Morte, donde algunas cuadrillas todavía empezaban a funcionar estos días.
Otra cosa que tampoco le gustó a algunos alcaldes es que este año cuenten con menos personal que el anterior. Nuevamente, habló del asunto del mandatario caldense: «O ano pasado Caldas tiña dúas brigadas, ao igual que os outros concellos da zona, como Cuntis ou Moraña e en cambio agora temos unha, o cal non nos parece ben, por suposto».
Enorme solidaridad
En positivo, de lo que hablan todos los alcaldes y ediles, sin importar el color político, es de la solidaridad que hay en caso de incendio. Las cuadrillas, motobombas y demás medios van de un concello a otro. Aún así, como señalaba el mandatario de Vilaboa, el miedo sigue en cada esquina por si el fuego abandona la tregua de estos días. «No paro de rezar», dijo José Luis Poceiro.