Diferencias de hasta cuatro grados en la ría en función de la playa

Lars Christian Casares Berg
ch. casares PONTEVEDRA / LA VOZ

POIO

CAPOTILLO

Los arenales de Lourido y Campelo serán hoy los del agua más cálida, con 18 y 17 grados, el resto oscilan entre los 14 y los 15

26 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Playas llenas, pero con una diferencia notable entre la arena y el agua. Las habituales aguas frías de las Rías Baixas forman parte de la tradición del verano aquí. Pero aun así se puede arañar una diferencia de unos grados en función de la playa elegida, incluso dentro de la misma ría de Pontevedra. Poio tiene los arenales con las aguas más calientes de la ría estos días. Campelo y Lourido, con 17 y 18 grados de temperatura para el baño prevista para hoy, respectivamente, son las playas que están tres y cuatro grados por encima de la tónica general del resto de arenales.

Lapamán, Aguete, Mogor, A Lanzada y Foxos no superan los 14 grados este domingo, según los registros de MeteoGalicia, que se pueden consultar con anterioridad si uno quiere elegir su playa teniendo en cuenta la temperatura del agua. Un grado más, 15, se prevé para Area de Bon, Tuia, Portocelo, Raxó, Areas, Canelas, Baltar y la popular Silgar. Y aunque en el imaginario colectivo está que las aguas son más frías en las islas Ons, quienes opten por coger un barco y zambullirse junto al privilegiado paraje del Parque Nacional encontrarán allí la misma temperatura del agua que en Silgar.

No son las Rías Baixas, ni la de Pontevedra, dentro de ellas, un destino en el que se busque aguas caldosas como en el Mediterráneo. Rara vez se produce un fenómeno que permita aguas por encima de los veinte grados.

La explicación de por qué el agua aquí casi llega a cortar la piel recibe el nombre de afloramiento. Con vientos de componente norte, se da este fenómeno marítimo en la fachada atlántica. Consiste en el desplazamiento de la masa superficial del agua alejándose de la costa. Su lugar lo ocupan las aguas más profundas, y por tanto más frías, que suben a la superficie.

Malo para los bañistas, pero solo en la playa. Porque muchos visitantes no vienen solo atraídos por las bellas playas de la ría, sino también por los manjares que en ella se capturan. Y el agua fría es la que aporta los nutrientes necesarios para que la ría sea una despensa rica en pescados y mariscos.

Contra este fenómeno que propicia las aguas frías, contra el afloramiento, poco pueden hacer las olas de calor. Durante una ola de calor prolongada en las Rías Baixas, el sol apenas podrá logra calentar el mar unos dos grados. Esto es porque en la fachada atlántica se producen grandes y continuos movimientos de agua.

Con todo, el fenómeno del afloramiento no es siempre de la misma intensidad. Durante los años ochenta el fenómeno fue mucho más intenso que en la siguiente década. Influye la fuerza del viento, el número de días que sople y la profundidad del afloramiento. Si se da una combinación adecuada las aguas serán más frías. La causa de afloramiento del agua profunda es debida a la desviación que sufren las corrientes marinas por la rotación de la tierra (efecto Coriolis) y los vientos de dirección norte que predominan por estas fechas en las Rías Baixas.