La Guardia Civil da los primeros pasos para adquirir la parcela de la hormigonera de A Barca

Alfredo López Penide
López Penide POIO / LA VOZ

POIO

La hormigonera de A Barca lleva en desuso varios años, según señaló el alcalde de Poio.
La hormigonera de A Barca lleva en desuso varios años, según señaló el alcalde de Poio. Ramón Leiro< / span>

El instituto armado se ha dirigido al Concello de Poio para conocer la situación legal de los terrenos

12 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Once años después de que se hubieran producido los primeros contactos para ampliar la Comandancia de Pontevedra, la Guardia Civil ha dado oficialmente el primer paso tendente a una futura adquisición de los terrenos que actualmente ocupa la hormigonera de A Barca. De este modo, el instituto armado se ha dirigido al Concello de Poio para conocer la situación urbanística actual de la parcela, de tal modo que, este lunes, la junta de gobierno municipal tiene intención de aprobar la remisión de la información solicitada.

El alcalde Luciano Sobral (BNG) señaló ayer que se le trasladará a la Guardia Civil que los terrenos se encuentran «nun espazo urbanisticamente non definido polo litixio [sobre lindes] que manteñen Poio e Pontevedra». Añadió que se tendrá que estudiar la afección, si es que existe, de Costas y de la autopista, y cómo pueden afectar a la ampliación prevista.

Asimismo, el regidor municipal recordó que se trata de una propiedad privada -el titular de los terrenos es un grupo multinacional con negocios vinculados con los áridos y los cementos, pero también con la celulosa y el zumo de naranja-, si bien remarcó que llevan entre cuatro o cinco años sin actividad alguna. En este marco, la intención del alcalde es, una vez celebrada la junta de gobierno local de este lunes, mantener un encuentro en el acuartelamiento de la avenida de Domingo Fontán con el máximo responsable del mismo, el coronel Miguel Estévez Lara, para, de este modo, abordar la mejor forma de llevar a cabo la adquisición «si é que é viable».

A este respecto, Sobral incidió en que la situación urbanística de la hormigonera de A Barca es similar a la que existía con respecto al suelo sobre el que ahora se levanta la Comandancia, por lo que apostó por un convenio a tres bandas como mejor forma para agilizar el procedimiento administrativo. Por un lado, la Dirección General de la Guardia Civil y, por otro, los Concellos de Pontevedra y Poio. «A única diferenza é que os terreos do acuartelamento xa eran propiedade da Administración -estaban ocupados por las instalaciones de Parque y Talleres del Ejército de Tierra-, mentres que neste caso terán que negociar coa empresa para adquirilos», manifestó.

Faltaba más de un año para su inauguración cuando, en marzo del 2005, trascendió que la Dirección General de la Guardia Civil ya aventuraba la necesidad de ampliar el acuartelamiento. Tres años después, y en una entrevista a La Voz, el tristemente fallecido general de división Gonzalo Jar Couselo, por entonces secretaria general de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de la Seguridad del Estado, confirmaba esta intención: «As instalacións administrativas están cubertas e parte da zona da graveira podería servir para garaxe para Tráfico».

La intención era, en aquel momento, que el acuartelamiento dispusiera de entre tres mil y cuatro mil metros cuadrados a mayores para ubicar, «por funcionalidade, tanto as oficinas como os talleres de Tráfico, así como os garaxes para gardar os vehículos», así como se valoró la posibilidad de habilitar un helipuerto. A día de hoy, este traslado ya se ha acometido, por lo que la ampliación permitiría que las distintas unidades que componen la estructura orgánica de la Guardia Civil disfruten de un espacio más desahogado y, al mismo, tiempo se habiliten áreas para nuevas especialidades.

«O proxecto é importante para Poio e Pontevedra»

Si algo tiene claro el alcalde Sobral es que «o proxecto de ampliación é importante e interesante para Poio e Pontevedra». Por un lado, y al igual que ocurrió con la Comandancia, resolvería la cuestión sobre los lindes entre ambos municipios en este punto concreto y, por otro, permitiría acometer un viejo proyecto verde que conectase los dos ayuntamientos como es la continuación del paseo peatonal que discurre en paralelo al río Lérez por Domingo Fontán. No es de extrañar que el alcalde de Poio reconociese ser el primer interesado en que «a Comandancia se amplíe».