El conductor creyó tener vigente una orden de detención y se dio a la fuga
21 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Por segunda vez en apenas dos semanas, las carreteras de la comarca de Pontevedra fueron testigos de una persecución policial protagonizada por supuestos clientes del asentamiento de O Vao (Poio). De este modo, pasada la medianoche de ayer, los componentes de una patrulla de la Comisaría dieron el alto a un Renault Clio de color gris que acababa de abandonar el poblado.
Su intención era simplemente identificar a los dos ocupantes, viejos conocidos de las fuerzas del orden y con domicilio en Vilagarcía y Ourense. Ante su sorpresa, el conductor, creyéndose estar en situación de búsqueda y captura, pisó el acelerador.
El turismo se introdujo en la PO-531 en dirección a la capital arousana, si bien en un momento dado optó por tomar un ramal que enlazaba con la N-550 poniendo rumbo hacia Caldas de Reis. Detrás de él, un coche patrulla de la Policía Nacional y un vehículo camuflado, esto es, sin rotular haciendo sonar los distintivos sonoros y luminosos.
Los fugados intentaron en todo momento no solo esquivar a sus perseguidores, sino que incluso habrían tratado de sacarlos de la carretera sin conseguirlo. La fuga continuó por los municipios de Portas y Barro hasta que, en un momento dado, el Renault Clio se dirigió, otra vez, hacia Vilagarcía.
A unos tres o cuatro kilómetros de esta localidad, el conductor dio un volantazo introduciéndose por unos caminos rurales despistando momentáneamente a los coches policiales. Sin embargo, los agentes volvieron a localizar el turismo cuando se introducía en la N-640 que hace de circunvalación al puerto vilagarciano. El Clio tomó una rotonda en sentido contrario y terminó colisionando frontalmente contra el Megane camuflado de la Comisaría de Pontevedra y, aparentemente, también impactó contra la mediana.
De inmediato, los dos ocupantes del vehículo fueron arrestados. Dado que presentaban lesiones leves, fueron trasladados al Hospital do Salnés. El copiloto ya fue dado de alta al poco tiempo quedando en libertad con cargos. En cuanto al conductor, este fue posteriormente derivado al Hospital Domínguez, donde permanecía aún durante la mañana de ayer. En este sentido, las fuentes consultadas precisaron que también había quedado en libertad con cargos.
En cuanto a los agentes que participaron en el operativo, solo uno resultó ligeramente lesionado al presentar unas erosiones. No corrieron tanta suerte ni el coche patrulla, ni el K -distintivo por el que se conoce a los coches policiales sin rotular-, que terminaron con cuantiosos daños.
A los detenidos se les imputan delitos vinculados con la seguridad vial -conducción temeraria-, atentado y desobediencia; así como podrían ser denunciados ante la Subdelegación por la tenencia de dos dosis (unos tres gramos) de droga.