La Xunta determinará los lindes entre Pontevedra y Poio

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

POIO

El resultado de la reunión no sorprendió a ninguno de los políticos que participaron en ella.
El resultado de la reunión no sorprendió a ninguno de los políticos que participaron en ella. López Penide< / span>

Ambos concellos, así como los de Barro y Meis, tendrán que remitir sus propuestas a la Administración ante el desacuerdo de la reunión de ayer

06 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Pontevedra y Poio se mostraron ayer inflexibles a la hora de acercar posturas en lo que concierne a lo que consideran es la línea limítrofe que separa a ambos municipios en lo que hoy son las marismas de Alba o el entorno de la Comandancia de la Guardia Civil. Esta postura propició que los técnicos del Instituto Geográfico Nacional les comunicaran que tendrán que remitir sus respectivas propuestas al órgano instructor, la Xunta de Galicia, que tendrá la última palabra a la hora de determinar estos límites.

Así, nada más terminar este encuentro, el nacionalista Luciano Sobral, alcalde de Poio, dejó claro que «nunca aceptaríamos a proposta de Pontevedra», por lo que asume que alcanzar puntos de encuentro «vai ser difícil». En todo caso, tiene intención de remitirle, «en plano», una nueva alternativa que toma como referencia fronteriza el puente de As Correntes.

Los argumentos de Poio se sustentan en el Real Decreto de 1889 por el que se renovaron los límites jurisdiccionales de los ayuntamientos. Extremo que no comparten desde Pontevedra, al entender que en el tramo final, que se correspondería con el antiguo curso fluvial del río Rons, el documento es ininterpretable, por lo que se tendría que acudir al deslinde de 1938, que considera capitalinos los terrenos que hoy ocupan la cementera, la Comandancia, el parque de Bombeiros y las marismas de Alba.

En este punto, Ángel Moldes, portavoz municipal del PP en Poio, tachó de «vergonzoso que un equipo de gobierno que presume de retirar símbolos franquistas utilice un acta del 38 para analizar el deslinde, un acta firmada a punta de fusil».

Por su parte, el concejal pontevedrés Vicente García Legísima (BNG) destacó que, «a pesar dalgunhas intervencións saídas de tono», la cordialidad fue la tónica general de la reunión. Precisó que el linde de 1889 estaba determinado por la piedra Pinela, que entiende que está ilocalizable -los técnicos capitalinos, de hecho, aseguraron haber localizado cinco posibles emplazamientos de este marco-, por lo que entiende que el único documento fiable que establece los límites es el elaborado tras la Guerra Civil.

En cualquier caso, antes de remitir sus propuestas definitivas a la Xunta, un trámite al que también están obligados los Concellos de Barro y Meis, y que esta, a su vez, las traslade al Instituto Geográfico Nacional para que emita un dictamen no vinculante, las comisiones de ambos ayuntamientos tienen previsto mantener nuevos encuentros. El objetivo es que, excepto en aquellos tramos donde el acercamiento es insalvable, se presente la misma línea limítrofe entre ambos municipios.

Un aerogenerador, trasfondo de la disputa por O Castrove

Durante la jornada de ayer, donde se abordaron sobre planos cartográficos las tesis de los cuatro ayuntamientos afectados, se concretaron aquellas cuestiones sobre las que existen discrepancias.

 

La anécdota

Tierras de nadie. La superposición de las propuestas de Pontevedra y Poio determinó que existiesen pequeños tramos de terreno, de unos tres metros de ancho, que nadie reclama. Esta cuestión se solventará en las próximas reuniones de las comisiones.

 

un aerogenerador

O Castrove. Dos tesis en juego: la existencia de un mojón en el que confluyen los cuatro concellos o la existencia de dos, cada uno de los cuales sirve de límite para tres. Los alcaldes José Antonio Landín (Barro) y José Luis Pérez Estévez (Meis) aludieron a un acuerdo del 2001 suscrito por todos los concellos que apoyaban la primera tesis. En juego, el rédito que puede suponer la instalación de un aerogenerador. «Si se varia a liña queda en Pontevedra o en Poio», señaló Sobral, mientras que Landín insistió en que «es más una cuestión de corazón» porque «nos costó sangre, sudor y lágrimas».

 

la discrepancia

As Correntes. Desde el Instituto Geográfico advirtieron de que en este proceso «no cabe la negociación». Esta solo se podría producir cuando exista una línea que separe ambos municipios, momentos en el que se podrán iniciar trámites de agregación o segregación.