Loterías cree que cada pontevedrés invertirá siete euros más en el Gordo que hace un año

Un año más, este 22 de diciembre, los sueños y anhelos de miles de pontevedreses estarán puestos en el Teatro Real de Madrid. Allí, los niños de San Ildefonso serán los encargados de cantar los números del sorteo extraordinario de Navidad, un evento para el que Loterías ha estimado que cada pontevedrés invertirá siete euros más que el año pasado.

De este modo, entre participaciones y décimos, las previsiones que maneja el organismo estatal apuntan a un gasto en la provincia de 57 euros por habitante, mientras que un año antes fue, exactamente, de cincuenta euros. De este modo, si las ventas reales del sorteo del 2016 ascendieron en Pontevedra a 47.371.660 euros, la consignación para esta edición del Gordo es de 53.816.880 euros.

Desde la Administración, precisaron que el total de la emisión asciende a tres mil cuatrocientos millones de euros, de los que el 70 % -2.380.000.000 euros- se destinan a previos. El resto se reparte entre gastos de gestión, administración y el Tesoro Público.

Tal vez no sea el sorteo que depare los premios más elevados -cualquier agraciado con un décimo del primer premio se llevará cuatrocientos mil euros o, lo que es lo mismo, veinte mil euros por euro jugado-, pero sí el más popular. En gran medida, esto se debe al gran número de personas que pueden llevarse un pellizco y a la enorme dispersión geográfica de los afortunados. A fin de cuentas, este 22 de diciembre se repartirán más de veintiséis millones de premios.

Los más esperados, el Gordo, premiado con cuatro millones de euros a la serie, mientras que el segundo lleva aparejado 1.250.000 euros y el tercero, medio millón. Los dos cuartos están agraciados con doscientos mil euros y los ocho quintos, con sesenta mil euros a la serie.

Desde 1986 sin el Gordo

Lo cierto es que la diosa fortuna ha sido esquiva con la ciudad del Lérez en lo que a este sorteo concierne. Si este evento nació en 1812 no sería hasta 1986 que el Gordo recaló, por primera y única vez, en Pontevedra. Se vendió una serie del 03.772, lo que reportó una lluvia de 250 millones de pesetas. Y desde entonces, y excepto casos aislados de décimos procedentes de otros puntos del territorio nacional, nada de nada.

Una cita de estas características está asociada a multitud de tradiciones y supersticiones. La más habitual, comprar décimos en localidades afectadas por alguna catástrofe o referidos a fechas señaladas, como puede ser el 11.901 -los atentados del 11S- o el 11.304 -vinculado al 11M-. Este año ha cobrado especial significado el 00155, en alusión al artículo 155 de la Constitución. Si bien se podía adquirir en 83 administraciones de la provincia, entre ellas algunas de Pontevedra, Poio, Bueu o Caldas, en buena parte de estos puntos ya han volado hace bastantes semanas.

Moraña, un segundo. Los integrantes de la peña del bar Xolda, en Moraña, se repartieron 125.000 euros del 04536. También hubo pellizcos en Barro, Bueu y Pontevedra. foto Capotillo

Con la mirada puesta en el 5. Esta la terminación más demandada, ya no solo por el artículo 155 de la Constitución, sino porqué es la cifra final que más veces resultó premiada. foto E. Moldes

Sanxenxo, casi seis millones. La villa turística distribuyó 96 series de uno de los quintos premios, el 89023. En total, se repartieron 5.760.000 euros aquel 22 de diciembre. foto ramón leiro

Poio, un segundo y un quinto. No es habitual, pero una misma administración, la del centro comercial A Barca, vendió décimos de un segundo -92845- y un quinto -74012-. foto ramón leiro

Pontevedra, un cuarto íntegro. El 85405 fue vendido por la administración número cinco, pero los 36 millones no se quedaron en la comarca, sino que se distribuyeron por toda España. foto r. Leiro

Poio y Bueu, pellizcos. La comarca solo se vio agraciada con sendos décimos de dos quintos premios -05721 y 81156- que se vendieron por terminal en estas localidades. foto ramón leiro

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