«Xa eramos unha burbulla, pero cos nenos de infantil prima o afecto»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

MORAÑA

cedida

Las escuelas unitarias de la comarca viven con preocupación la vuelta

22 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras cientos de colegios de Galicia planean con mas incertidumbres que certezas la vuelta al cole, las unitarias de la comarca reconocen que «nós xa eramos unha burbulla dentro da educación, se hai algún sitio nas que as hai, é aquí». Ahora, cuando los protocolos de las comunidades autónomas hablan de la importancia de que cada clase sea una burbuja que no se mezcle con otras para prevenir el contagio, las escuelas de educación infantil van un paso por delante.

Pero en unos tiempos en los que la distancia social marca la convivencia, las profesoras de estos centros reconocen que llevan meses dándole vueltas a la cabeza porque «o covid marca unha volta a escola tradicional e iso é imposible. Non pode ser, nesta etapa priman os afectos, é unha etapa de compartir, os nenos deixan de pensar que todo é deles e aprenden a relacionarse», explica Susi Arca, maestra del EEI de Amil. Este año tendrá diez alumnos, al igual que el centro de Santa Cruz de Lamas, ambos en Moraña, que también cuenta con otros diez pequeños de tres a seis años. A todos les surge un temor. Esta no es una educación obligatoria, como pasa con Primaria y han recibido la llamada de algunos padres preguntando qué pasa si no mandan a su hijo al colegio. Esta decisión, si prolifera, pone en riesgo la supervivencia de unas escuelas, que cada año pelean por sobrevivir.

Algunas profesoras han empezado a dibujar en sus cabezas las clases del inminente curso. La de Amil, por ejemplo, ha solicitado al Concello de Moraña la instalación de un lavabo a la altura de los niños para facilitar la constante higiene de los pequeños. «Levo semanas cun nubarrón na cabeza para ver como se organizan moitas cousas», comenta Arca, que reconoce que el funcionamiento de su clase, a través de rincones, es un pilar fundamental de la educación. Su pensamiento va continuamente a espacios como «o da casiña, onde os nenos comparten material». Sabe que muchos de estos espacios, básicos en la educación actual, como la biblioteca, tendrán que reinventarse.

¿Cambio en la metodología?

Si hay algo que inquieta a los profesores de infantil es el trato con los niños. Aquí más que la educación académica, está la afectiva. «Os nenos saben que aquí, aínda que non está mamá, estamos nós cerca para o que faga falta. Como non lles imos dar un abrazo cando se mancan?», explica una de ellas para ejemplificar la estrecha relación que tiene con sus alumnos. «Ás veces chega cun sorriso de complicidade para animar a un rapaz, pero coa máscara non se nos verá a cara», indica Arca, que recalca la importancia de las expresiones faciales en la narración de cuentos y en su contribución al desarrollo infantil. «Nosotros trabajamos prácticamente todo a nivel sensorial muy centrado en proyectos. Mis alumnos conocen la dinámica, ellos van al calendario para saber su tarea. Mientras yo estoy con unos, otros están en otro espacio. Ahora todo cambia», señala la docente de una unitaria de la comarca, que ve con recelo el comienzo del nuevo curso. Eso sí, no quieren volver a las vídeo llamadas para atender una educación que no entienden sin el afecto.