El embalse que casi nadie quería y que hoy es un problema

Cristina Barral Diéguez
cristina barral CALDAS / LA VOZ

MORAÑA

La Voz

El tratamiento experimental con corteza de eucalipto no impide que la lámina de agua se tiña de verde cada verano

13 ago 2018 . Actualizado a las 14:19 h.

Tres municipios del interior de la provincia de Pontevedra -Caldas de Reis, Cuntis y Moraña- se movilizaban a mediados de los años 90 del siglo XX para impedir la construcción del embalse del Umia. La Xunta que entonces dirigía Manuel Fraga promovió esta infraestructura hidráulica con el objetivo de garantizar el abastecimiento a O Salnés y acabar con las históricas riadas que casi cada invierno anegaban la villa termal. Imágenes de vecinos de Caldas rescatados en zódiacs daban la vuelta a Galicia y a España.

La oposición a la presa, que al principio encabezaron los tres alcaldes socialistas -José María Tobío, Eduardo Rey y José Eiras- junto a la Coordinadora Antiencoro, no logró detener el proyecto. Se cuestionaba la utilidad pública para la urgente ocupación de los terrenos afectados y el aprovechamiento hidroeléctrico que conllevaba y cuya concesión no vence hasta el 2051. Las obras se iniciaron finalmente un 17 de abril de 1998. Un viernes a las ocho de la mañana, como quiso el exconselleiro de Política Territorial Xosé Cuíña. «A obra, pese á polémica que suscitou, é de interese para Galicia e para a comarca», decía a pie de río.

Los altercados y las denuncias siguieron durante los tres años de construcción de la presa de A Baxe, hasta que en el 2001 se cerraban las compuertas. A pesar de que la Justicia dio la razón a los vecinos en cuanto a la urgente ocupación de los terrenos, la obra era ya una realidad. Ocupó 84 hectáreas y costó casi 1.300 millones de pesetas, al margen de las expropiaciones. Aunque se admite cierta función de laminación de la presa -tiene solo 6,15 hectómetros cúbicos-, Caldas volvía a inundarse ese año y después en varias ocasiones.

En el 2006, el incendio de Brenntag y posterior vertido químico al Umia permitió descubrir un efecto negativo con el que los tres concellos siguen teniendo que convivir a día de hoy. Es la eutrofización del embalse provocada por un alga tóxica, la cianobacteria Microcystis sp, que en altas concentraciones tiñe de verde la lámina de agua. El proceso se repite cada verano. En julio del 2011 la Xunta iniciaba un tratamiento experimental con corteza de eucalipto para combatir el alga. La decisión se adoptó después de la crisis del agua del 2010, cuando la proliferación de cianobacterias colapsó la potabilizadora de Caldas.

¿Cómo está la situación a día de hoy? Aunque Caldas cuenta desde finales del 2012 con una captación alternativa que garantiza el abastecimiento, la presa sigue verde. Augas de Galicia decretó el estado de alerta por cianobacterias el pasado 6 de julio. Una medida que implica una mayor vigilancia. Altas temperaturas, más horas de luz solar y un aporte de fósforo desencadenan este proceso natural. En el pantano, que está al 95 % de ocupación, y en el río había el 6 de agosto Microcystis sp en los cinco puntos de control: presa (76.250 células por mililitro de agua), cola (160.000), Rabuñade (2.000), Segade (9.000), Ponte Baión (2.250) y Ponte Arnelas (1.500 células).

Las obras del embalse. Se iniciaron el 17 de abril de 1998. En el verano de 1999, un grupo de opositores consiguieron acceder a las obras, que protegía la Guardia Civil. foto capotillo

Se descubre el alga. El incendio y posterior vertido químico al Umia obligó en el 2006 a cerrar las compuertas para construir una tubería alternativa. Así se descubre el alga. foto RAMÓN LEIRO

Afecta al abastecimiento de la población. El alga colapsa en el 2010 los filtros de la depuradora de Caldas y hay que suministrar agua a los vecinos con camiones cisterna. foto CAPOTILLO

Se copia el plan piloto de As Forcadas (Ferrol). En el 2011 se aplica cáscara de eucalipto a la lámina de agua de la presa para minimizar la presencia de la cianobacteria. foto ramón leiro

Se activa el 6 de julio. Cuando la presencia de la cianobacteria alcanza las 2.000 células de Microcystis sp por mililitro de agua se decreta el estado de alerta en el embalse. foto EMILIO MOLDES

Hay alga en los cinco puntos de control que se analizan. La situación se mantiene controlada, aunque el agua del embalse está verde, tanto en la presa como en la cola. foto ramón leiro