La exmujer del parricida de Moraña también solicita prisión permanente

Alfredo López Penide
López Penide CALDAS / LA VOZ

MORAÑA

López Penide

El fiscal estima que el juicio con jurado podría celebrarse antes del verano

01 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si durante la instrucción ha venido guardando silencio en sus distintas comparecencias judiciales, ayer, en lo que fue la audiencia preliminar a lo que será el juicio por el doble asesinato de sus hijas Amaya y Candela, David Oubel no se saltó el guion que lleva escribiendo desde el 31 de julio del 2015. «Como era previsible, no ha declarado», señaló el fiscal Alejando Pazos al término de la vista, que el encausado siguió por videoconferencia desde la prisión leonesa de Mansilla de las Mulas.

«Estamos pidiendo la misma pena» que el ministerio público, manifestó Valentín Vallejo, abogado que representa a la madre de las pequeñas y exmujer de David Oubel como acusación particular. De este modo, solicitan que se le imponga al encausado una pena de prisión permanente revisable como autor de dos delitos de asesinato en los que concurren las agravantes de parentesco y la corta edad de las víctimas, que tenían 4 y 9 años.

Se considera acreditado por la acusación que el doble crimen se produjo en la vivida del propio imputado en la mañana del 31 de julio de hace dos años, veinticuatro horas antes de que Oubel tuviese que entregar las niñas a su madre después de que estas hubieran pasado unas vacaciones en su compañía. «Con evidente ánimo de acabar con su vida y con la finalidad de evitar cualquier posibilidad de defensa o de huida de las menores de edad, les hizo ingerir, en un primer momento, nordiazepam, oxacepam y tizanidina para adormecerlas o, al menos, lograr que estuviesen con un nivel bajo de conciencia», afirma el fiscal.

Acto seguido, acabó con sus vidas. Con una rebarbadora o una sierra eléctrica «le produjo varios cortes muy profundos a la altura del cuello» a Amaya, para, «unos instantes después, finalizó la incisión (...) con una arma blanca monocortante -del tipo cuchillo de cocina-». De igual modo, y siempre según las tesis de las acusaciones, asesinó a su hija Candela, si bien, en su caso concreto, la tuvo que atar «previamente con una cinta americana puesto que presentaba un elevado nivel de consciencia». No le habían hecho casi efecto los fármacos ingeridos.

Petición pionera en España

Ayer, el fiscal insistió en su intención de solicitar, por primera vez en España, la prisión permanente revisable. Y de hecho, respondió con un «no, no, no» cuando se le preguntó si cabría la posibilidad de un cambio de criterio. «Obviamente, se mantiene».

«Legalmente es lo que procede», señaló a la hora de explicar los motivos que le han llevado a pedir esta pena. «Son dos asesinatos y las víctimas son menores de 16 años. Ya ni siquiera se plantea la necesidad de entrar en si son vulnerables o no lo son. Son menores de 16 años y el Código Penal dice claramente que cuando son menores de 16 años se tiene que aplicar la prisión permanente revisable», subrayó. Al mismo tiempo, remarcó que la calificación de asesinato «es indiscutible», toda vez que considera que existió alevosía.

«Es perfectamente imputable»

A la hora de alcanzar esta convicción, tuvo muy presente el hecho de que en el informe de los forenses se realiza una «valoración razonada y suficiente sobre las condiciones psíquicas del acusado». La conclusión a la que llegan los especialistas es que David Oubel «es perfectamente imputable». Así, «no hay ninguna disminución de la imputabilidad en el momento de los hechos y, mucho menos, ahora».

En los próximos días, la jueza instructora deberá emitir un auto de apertura del juicio oral, con lo que las actuaciones se remitirán a la Audiencia de Pontevedra para que señale la fecha del juicio. Es por ello que Alejandro Pazos reconoció que esperaba que la vista oral se pudiese celebrar antes del verano, si bien matizó que el principal escollo que queda por delante es el de la constitución del jurado, de los nueve miembros -más dos suplentes- que formarán el tribunal popular encargado de determinar si el padre de Amaya y Candela acabó con sus vidas en los términos que sostienen las acusaciones.