Algunos negocios situados en la salida de Moraña claman por un contenedor en el que poder reciclar
01 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Si el final de la calle Nº 1 de Moraña recuperó hace unos días las farolas que perdiera durante un mes y medio, ahora puede volver a comprobar que continúa sin el contenedor azul que, durante años, ha reclamado al gobierno local.
No hay solución a corto plazo. La única posibilidad para los negocios que se sitúan en la salida hacia Cuntis es la de andar la friolera de unos cuantos cientos de metros hasta el contenedor azul situado en la Carballeira. Aproximadamente, medio kilómetro si quieren echar sus desechos en el contenedor correspondiente. Una situación que llevan denunciando años y que crea un lógico malestar y una extraña situación de incomprensión.
«Ao parecer, os contedor azuis só se poñen se hai negocios, para facilitar o servizo pero... é que aquí hai negocios e pagamos o servizo de recollida de lixo igual ca todos. ¿Por que non temos un contedor máis preto?», se pregunta la dueña de la peluquería De la Torre. «A maioría do meu lixo é cartón ou papel, e se quero reciclalo non teño unha posibilidade cómoda de facelo. As outras tendas da zona tamén falan do tema e gustaríalles ter un máis preto».
Para mayor malestar, los negocios de esta zona no entienden cómo en otras calles de Moraña llega a haber dos contenedores azules pegados, con una densidad de establecimientos parecida, como es el caso de la calle Nº 12. «Alí hai dous contedores xusto un ao lado do outro. ¿Non poderían traer un para aquí? ¿Tanto esforzo lle suporía á empresa que xestiona este tema?», comenta la peluquera.
Analizado el panorama, y, muy a su pesar, ciertamente ya asumido, quedan dos opciones posibles: a pie o en coche. De ambas formas, una más rápida que la otra, ese medio kilómetro de distancia asemeja un absurdo, más aún cuando el único afán por tirar el papel y cartón en el contenedor azul, es el bien común, el del reciclaje comunitario.
«A cuestión é que cando quero reciclar véxome obrigada a coller o coche ou mover enormes caixas ou bolsas cargadas de papel e cartón ata o centro da vila», continúa la dueña de la peluquería. «Xa se ten falado co Concello do tema pero nos dez anos que levo aquí traballando, nunca se fixo nada. Dise que si, que habería que facelo, pero logo seguimos tendo que botar a andar eses 400 ou 500 metros».
De momento, parece que toca hacer uso del coche o andar un kilómetro cada día, sumando ida y vuelta. Todo sea por ese bien común que es el reciclaje.