Las interminables tribulaciones para dotar a Marín de un auditorio

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

MARÍN

Aspecto de las obras del auditorio de Marín en terrenos portuarios el pasado febrero
Aspecto de las obras del auditorio de Marín en terrenos portuarios el pasado febrero M.G.

El Concello confía en que se cumplan los plazos de la obra en el puerto

31 ene 2023 . Actualizado a las 12:32 h.

El hallazgo de agua en un nivel más elevado de lo previsto en las excavaciones de la cimentación del auditorio de Marín, en terrenos portuarios frente a la Alameda, ha forzado a modificar el proyecto de centro sociocultural, desechando doce plazas de aparcamiento subterráneo, aunque el gobierno de la popular María Ramallo confía en que se podrán cumplir los plazos de su ejecución. Este es el último episodio de lo que ya se asemeja a un culebrón, porque Marín lleva esperando por un auditorio desde 1998.

Este año se cumple un cuarto de siglo desde que el entonces alcalde de Marín, Augusto Casal (PP), consiguió de la Diputación y de la Xunta la financiación para la compra de la Granxa de Briz, que fue la primera opción donde el Concello quiso hacer la construcción. Los populares compraron el terreno en 1999, pero del proyecto se ocuparon sus sucesores, una coalición de PSOE y BNG. El concejal Alfonso Blanco Epifanio, llegó a presentar incluso un anteproyecto que contemplaba el desmonte de la terraza inferior de la finca, espacio que ocuparía el futuro auditorio reconfigurando la ladera.

Aspecto de la terraza inferior de la Granxa de Briz, en el 2000 y donde se preveía la construcción del auditorio de Marín
Aspecto de la terraza inferior de la Granxa de Briz, en el 2000 y donde se preveía la construcción del auditorio de Marín No disponible

La obra en Briz se antojó poco práctica y bastante cara, por lo que se desechó y en su lugar la coalición de izquierdas optó por el parque Eguren. La idea contó con las bendiciones de la Xunta y el beneplácito personal del regidor socialista Antonio Santiago. Se convocó en el 2001 un concurso de ideas para el Eguren, que ganó una propuesta de un gran edificio acristalado a nivel de la calle de Rosalía de Castro.

Aspecto del parque Eguren en el 2006 cuando se intentó construir en el recinto el auditorio de Marín
Aspecto del parque Eguren en el 2006 cuando se intentó construir en el recinto el auditorio de Marín CAPOTILLO

Todo parecía bien encarrilado, pero era mera apariencia. Cumpliendo el cronograma previsto, la Xunta licitó en el 2002 el auditorio en el Eguren, pero el concurso quedó desierto al año siguiente. Se adaptó el proyecto y hubo que cambiar incluso las normas subsidiarias para que cupiese en la parcela escogida. Sin embargo, todo se quedó en el limbo por razones económicas.

Entonces surgió la alternativa del puerto, apoyada por el BNG y el PP, mientras que el PSOE y Mar-In insistían en el Eguren, propuesta que finalmente cayó en el olvido porque en San Caetano no estaban dispuestos a aumentar más la partida para el auditorio. Así que en el pleno se adoptó un acuerdo por los terrenos portuarios.

La llegada del bipartito de Touriño y Quintana a la Xunta lo volvió a trastocar todo y el PSOE rescató su idea inicial del Eguren. El PP propuso la cantera de A Laxe, pero su idea no tuvo más recorrido que un pleno sin apoyos.

Se volvió a idear un auditorio como parte de un centro de ocio en el puerto, pero esta obra, que llegó a adjudicarse, también quedó en nada porque en el 2008 la adjudicataria renunció a la obra. Todo quedó como estaba y Marín sin auditorio.

Multiusos del mercado

En el entretanto, mientras los grupos políticos se echaban los trastos a la cabeza unos a otros, todos coincidían en una única cosa y es que Marín, la única villa de su tamaño en Galicia sin un equipamiento cultural, necesitaba uno cuanto antes mejor.

En el mandato de coalición del PSOE con el BNG se creó un espacio multiusos en el mercado, una solución transitoria para no tener que seguir dependiendo de espacios como el salón de actos del instituto —ya no se podía echar mano del escenario de los cines para conciertos porque se habían demolido todos para esa fecha—

Así estaban las cosas cuando en el 2011 la alcaldía pasó ala popular María Ramallo, que mantuvo la apuesta por la ubicación en los terrenos portuarios, esta vez detrás de la actual parada del bus. Un nuevo concurso de ideas en el 2019 y su licitación posterior se encontró con la pandemia y la inflación y en febrero del 2022 se tuvo que declarar desierta —la única empresa que pujó se echó atrás—. Hubo que volver actualizar los precios y finalmente en septiembre del año pasado se iniciaron las obras. Este enero se detectaron los problemas de cimentación, que el Concello cree que no afectarán a los plazos con la supresión del párking subterráneo y el uso de micropilotes en un tramo de la finca por la aparición de una escollera.