Cinco condenados en Pontevedra por una agresión en una despedida de soltero

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

CAPOTILLO

Tres vecinas de Marín y Barro aceptaron abonar una multa de 150 euros, mientras que dos chicos de Campo Lameiro y Pontevedra asumieron una sanción de 1.350 euros

21 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que tendría que ser una fiesta terminó el 11 de agosto del 2019 en una suerte de batalla campal en la que cinco jóvenes que asistían a una despedida de soltero agredieron a una camarera de un conocido restaurante de la carretera de Pontevedra a Vilagarcía, el Abuelo Pintos, y a un cliente que trató de impedir la paliza. 

Ocurrió al filo de las cuatro y media de la madrugada cuando un nutrido número de jóvenes de ambos sexos que celebraban una despedida de soltero llegaron a este establecimiento de hostelería «para continuar con la fiesta», de tal modo que algunos de los participantes «comenzaron a hacer mucho ruido con los vehículos de motor y a impedir o dificultar la salida de los clientes del párking ubicado en las inmediaciones del bar». La sentencia refiere que, como consecuencia de esta situación, una de las camareras salió a recriminarles su actitud, «lo cual desencadenó un enfrentamiento verbal» entre varios de los jóvenes y la trabajadora.

De hecho, en la resolución consta acreditado que tanto estos como la camarera «rompieron botellas de cerveza contra el suelo», así como hubo quien se dirigió a la primera y a su compañera de trabajo con insultos y amenazas: «No tenéis media hostia, no valéis para nada».

Dado el cariz que tomaba la situación la empleada regresó al restaurante, mientras su compañera se dirigió al almacén del mismo para alertar a su jefe. En ese preciso instante, varias personas accedieron al negocio. Entre ellas se encontraban tres chicas, dos con domicilio en Marín y la tercera en Barro, quienes se dirigieron a la víctima cogiendo una un cenicero y soltándole un «te lo voy a reventar la cabeza».

Acto seguido, «de común acuerdo o en actuación conjunta, la agarraron por el cuello, le tiraron del pelo y le propinaron diversos golpes por todo el cuerpo». A raíz de la agresión, sufrió hematomas circunferenciales en el cuello y en regiones supraclaviculares, erosiones cutáneas en la cara palmar del antebrazo derecho y una crisis de ansiedad. Las tres acusadas aceptaron abonar una multa de 150 euros como autoras de un delito de lesiones leves.

Segundo episodio violento

La violencia no concluyó ahí. Y es que, un cliente del local trató de evitar la agresión a la camarera. Sin embargo, en ese momento, entraron por la puerta principal del restaurante un gran número de personas, entre las que se hallaba un vecino de Campo Lameiro y otro de Pontevedra, comenzando entonces «una pelea generalizada con numerosos contendientes».

En cuanto a estos dos acusados, se dirigieron directamente a la segunda de las víctimas con «el ánimo conjunto de menoscabar la integridad física o la salud corporal ajena». De este modo, mientras uno de los investigados le propinó un golpe directo en la cara con los puños para, a continuación y ya con la colaboración de su amigo, pegarle varias patadas cuando estaba en el suelo. Le alcanzaron en la cabeza, en la cara y en diversas partes de su cuerpo.

Posteriormente, uno de estos jóvenes cogió una banqueta, si bien no llegó a consumar la agresión

Como consecuencia de la paliza, le diagnosticaron herias menores en los labios, avulsión de una pieza dentaria con el ápice de esta impactado y una fractura de la tabla vestibular, así como la fractura vertical de otra y una fractura de la tabla vestibular, por lo que requirió de tratamiento médico y quirúrgico. De este modo, además de aceptar el pago de una multa de 1.350 euros como autores de un delito de lesiones con la circunstancia agravante de abuso de superioridad o del auxilio de otras personas que debiliten la defensa del ofendido o faciliten la impunidad del delincuente, asumieron el pago de más de 6.180 euros en indemnizaciones.