Quince años por intentar asesinar a puñaladas a su mujer en unas vacaciones en Marín

Alfredo López Penide
López PEnide PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

ÁNGEL LÓPEZ

La sentencia refiere más de 25 heridas, ocho en el abdomen

21 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Catorce años por asesinato en grado de tentativa, pena que lleva aparejada 20 años de alejamiento, y un año más por un delito de malos tratos en el ámbito familiar. Esas son las penas que han recaído sobre Francisco P. F., un vecino de Torrejón de Ardoz (Madrid) que acuchilló en repetidas ocasiones a su mujer durante unas vacaciones familiares en Marín.

La sentencia, recurrible ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, sostiene que, en la madrugada del 24 al 25 de julio del 2018, el acusado esperó a que su mujer y sus dos hijas, que entonces tenían 16 y 4 años, estuvieran dormidas para dirigirse al dormitorio donde descansaba la víctima. La despertó y le dijo que tenían que hablar sobre lo que iban a hacer al día siguiente, toda vez que la mujer le había comunicado su decisión de separarse. Su esposa le respondió que estaba muy cansada. El acusado «insistió, tirándole de los brazos a la cocina», dice el fallo.

Ya en esta dependencia, Francisco comenzó a prepararse un café hasta que, en un momento dado, abrió el cajón de los cubiertos con la excusa de buscar una cucharilla. Sin embargo, cogió un cuchillo de 13 centímetros de hoja y nueve de mango con el que, «súbita e inopinadamente», arremetió contra la víctima. «De aquí ya no sales», le gritó.

Las cuchilladas se fueron sucediendo -la sentencia alude a más de 25 lesiones en distintas partes del cuerpo, entre ellas ocho heridas por arma blanca en el abdomen-, al tiempo que el ahora condenado realizaba movimientos para abrir la ventana de la terraza de la cocina. La mujer, «sospechando que pretendía arrojarla por ella, teniendo una altura de en torno a siete u ocho plantas», se tiró al suelo, posición en la que su marido siguió asestándole cuchilladas.

Sus gritos despertaron a su hija mayor, quien acudió a la cocina encontrándose «a su padre encima de su madre con el cuchillo, todo lleno de sangre». Le pidió que parase, pero este hizo caso omiso, por lo que se interpuso entre ambos intentando agarrar el cuchillo, resultando con un corte en la mano.

Entonces su madre le instó a que pidiera ayuda, por lo que la adolescente corrió hacia la puerta de entrada mientras escuchaba a su padre decirle: «Llama, llama. Vete, que para cuando vengas ya no hay nada aquí».

En el pasillo del portal, la joven se topó con unos vecinos que habían salido de sus viviendas alertados por los gritos. Uno de ellos, agente de la Policía Nacional, accedió a la vivienda requiriendo al agresor a que arrojara el cuchillo, «tardando este un tiempo en hacerlo», refiere la sentencia.

La víctima, hasta la llegada de la ambulancia, fue asistida por un policía y una vecina que se identificó como enfermera. Tuvo que ser trasladada de manera urgente a un centro hospitalario, «en situación grave y con sangrado abundante». Tiene secuelas.

Además de las penas de prisión y el alejamiento, la sentencia establece la privación de la patria potestad en relación con la hija que, a día de hoy, es menor de edad, con la que no se podrá comunicar, ni podrá acercarse a menos de 500 metros. Asimismo, se le impone el pago de una serie de indemnizaciones que superan los 126.500 euros.